Yanis Varoufakis termina en la mira deactivistas antiestatales“. Precisamente ayer por la noche, el ministro de Hacienda griego, ya en el ojo del huracán tras las duras críticas recibidas de la Unión Europea y el Eurogrupo y tras la reducción de su papel en las negociaciones, fue agredido junto a su mujer mientras cenaban. en un restaurante del barrio de Exarchia, enclave anarquista de Atenas.
“Un grupo de personas con el rostro cubierto -dijo el propio Varoufakis- vino hacia nosotros tirándonos objetos de vidrio que no nos alcanzaron, pidiéndonos que saliéramos de su territorio”. El ministro aclaró entonces que nadie resultó herido: "Su objetivo no era hacernos daño porque si querían tenían los números y la forma de hacerlo".
Tras salir del club, Varoufakis tuvo un nuevo cara a cara con los activistas, que seguían amenazándolo desde la distancia: “Apagué la moto y fui a hablar con el 5-6 más enfadado de ellos. Después de 15 minutos de diálogo muy tenso pero no violento, la situación se calmó y salimos tranquilos en la bicicleta".
“No fue un episodio organizado – prosiguió el ministro – ni una parte de la política de degradación hacia mí en marcha estos días. Pero me importa decir una cosa: por mucho miedo y disgusto que cause el uso de la violencia, la respuesta a la agresividad de esta gente no puede ser ni la retirada ni el uso de la represión”.
