Si Grecia no quiere iniciar reformas sustanciales, la eurozona no garantizará nuevos préstamos al país y lo dejará entrar en default. Esta es la advertencia de , Wolfgang Schaeuble,, ministro de Finanzas alemán, que concedió una entrevista al Wall Street Journal al día siguiente de la polémica desatada por la propuesta de Berlín, que le gustaría encargar a Atenas. Ayer, el colega griego de Schaeuble, Evangelos Venizelos, respondió con enfado al intento de algunas "grandes naciones" de obligar a Grecia a elegir entre "la asistencia económica y la dignidad nacional".
“Grecia debe decidir – dijo Schaueble – si no toma las medidas adecuadas, no hay cantidad de dinero que pueda solucionar el problema. Tal vez nosotros y nuestros socios tengamos que encontrar herramientas para ayudar a Grecia aún más de cerca en esta difícil tarea”.
Para marzo, los países del euro deberán decidir si conceden un segundo préstamo a Grecia, que según algunas previsiones superará los 130 millones de euros estimados inicialmente, para acercarse a los 145.
