El fantasma del dracma asusta a Bruselas. Grecia podría abandonar el euro: Maria Damanaki, miembro griega del colegio de la UE y comisaria de pesca, escribió ayer en su sitio web. Y fue inmediatamente una carrera para echar agua al fuego. El portavoz del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, comenzó reiterando que Atenas fuera de la moneda única "no es una hipótesis que planteemos".
Así se hizo eco Amadeu Altafaj Tardio, portavoz del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, al afirmar que "el escenario de una salida griega del euro nunca ha estado sobre la mesa de los ministros de Hacienda". Incluso Atenas ha recibido un tajante desmentido: el futuro de Grecia está "solo en el marco del euro", dijo el portavoz del Gobierno griego, Georges Petalotis, subrayando que la salida de la moneda única "está fuera de discusión". De hecho, la posibilidad de que un país de la zona del euro abandone el barco ni siquiera está contemplada en los Tratados de la UE y no existen procedimientos para expulsar a un estado miembro.
Pero, ¿qué había escrito exactamente Damanaki? Estas son sus palabras: “El escenario de una salida de Grecia del euro está ahora sobre la mesa. (…) Me veo obligado a hablar claro: o nos ponemos de acuerdo con nuestros prestamistas en un programa de duros sacrificios que conduzca a resultados, asumiendo nuestras responsabilidades por el pasado, o volvemos a la dracma”.
La Comisión Europea subrayó que “la comisaria Damanaki, hablando a título personal, dramatizó la situación, pero lo que dice, en realidad, no es diferente de lo que repite el Ejecutivo de la UE: Grecia necesita tomar medidas muy duras”.
