“La reacción de los mercados financieros ante la evolución de Grecia ha sido variada, pero en ausencia de un acuerdo a corto plazo, podría materializarse el riesgo de un ajuste al alza de las rentabilidades de la deuda de los países vulnerables de la Eurozona” . La advertencia la lanzó el Banco Central Europeo, en su informe sobre estabilidad financiera (Financial Stability Review), instando así a Atenas ya las instituciones continentales a encontrar un acuerdo, lo más rápido posible, con los acreedores internacionales de Grecia.
Aunque el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dio ayer amplias aperturas a un acuerdo a corto plazo, el BCE no se da por vencido: si el país no firma un acuerdo en un tiempo realmente breve, también existe el riesgo de que empeoren las condiciones en las que otros países europeos pueden pedir prestado al Instituto Central. "El riesgo de impago griego ha crecido significativamente bajo el peso de la incertidumbre política", según el informe semestral de Eurotower.
