“El gobierno nacerá el viernes y recibirá la confianza de ambas cámaras del Parlamento”. Esta es la opinión del presidente de la Cámara, Gianfranco Fini. Pero antes que nada está la necesidad de concluir el proceso de consultas. El primer ministro designado Mario Monti recibirá mañana a los representantes de Pd y Pdl, mientras que a primera hora de la tarde será el turno de los agentes sociales. En definitiva, habrá que esperar unos días más para que concluya esta primera fase, que Giorgio Napolitano ha definido como "muy delicada y crucial".
Mientras tanto, un rumor hasta ahora inédito se abre camino: parece que Mario Monti quiere "representación política en los más altos niveles" del Ejecutivo. Esto significa que los nuevos ministros no serán sólo los técnicos de Bocconi de los que hemos estado hablando hasta ahora. Las intenciones del nuevo Premier, sin embargo, pueden chocar con la resistencia de los mismos partidos, que "no quieren saber cómo comprometerse en un programa a sangre y lágrimas", precisó el republicano Francesco Nucara.
“Si hemos interpretado correctamente sus palabras -añadió un representante del PRI respecto al programa- (Monti, ed) intentará el equilibrio entre lágrimas y sangre y los sacrificios irán acompañados de intervenciones por el trabajo de los jóvenes y por más crecimiento para todos".
En cuanto al apoyo al PDL, Fabrizio Cicchitto refresca los ánimos: "Nadie puede pensar en el consenso en la oscuridad". La de Berlusconi será por tanto una "actitud constructiva, a condición de que discutamos una propuesta programática y la estructura de gobierno".
Mientras tanto, desde Bruselas llega un certificado de confianza en el nuevo Ejecutivo: Josè Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, dijo estar seguro de que Monti hará de Italia de nuevo un gran país de la UE.
