Pagar una cuantiosa multa y al mismo tiempo presentar una propuesta convincente a la Antimonopolio Europea para acabar con las prácticas anticompetitivas por las que se activó la multa, a saber, que el motor de búsqueda de Google en su servicio de compras favorece a sus inversores publicitarios frente a rivales El plazo para ambas cuestiones vence hoy, al cumplirse 60 días desde que se impuso la multa de 2,4 millones de dólares, y esto supone no solo que Google tenga que pagar (con una sanción de 12 millones de dólares más por cualquier día de retraso) pero también, probablemente, revelar o modificar los secretos de su polémico algoritmo.
Así que esta vez los impuestos no tienen nada que ver, la cuestión es puramente técnica y se refiere al abuso de posición dominante, por lo que la Comisión Europea decidió el 27 de junio la maximulta porque cree que el motor de búsqueda más popular del mundo ha abusado de su posición dominante en el mercado europeo favoreciendo en materia de compras online, en su motor de búsqueda, sus propios servicios de comparación de compras frente a los de sus competidores. Por lo tanto, Google tiene hasta la medianoche de hoy para presentar su plan con propuestas para terminar con el comportamiento anticompetitivo, y luego otros 30 días para publicar los cambios en línea en el motor de búsqueda.
Las multas también son importantes para un gigante económico como Google, pero quizás el aspecto reputacional, es decir, la acusación de manipular sus búsquedas, sea mucho más importante.
Por su parte, Google también está siendo investigado por la UE por Android, su sistema operativo para smartphones presente en la mayoría -alrededor del 80%- de los dispositivos móviles del mercado. La investigación de la UE se refiere a la incentivos económicos pagados por Big G a los distintos fabricantes de teléfonos inteligentes a cambio de la preinstalación de Google Search y Google Play Store en sus dispositivos. La investigación debe completarse a finales de año.
