Han pasado algunos años desde que los teléfonos celulares de Motorola pasaron de moda. Que la mayor operación del sector en los últimos diez años se produzca para adquirir una empresa de telefonía móvil que vendió 4,4 millones de smartphones en el último trimestre en EE.UU. es poco creíble. De hecho, el verdadero activo de Motorola Mobility Holdings Inc. (MMI), la división de telefonía celular de la compañía, son sus 17 patentes ya presentadas y 7.500 en "patente pendiente", es decir, en examen.
Y eso es exactamente lo que necesita Google ahora mismo para poder garantizar a su sistema operativo Android un futuro seguro frente a ataques legales de la competencia, especialmente Apple. De hecho, la batalla de la Apple no se juega tanto en el terreno tecnológico como entre los papeles de los abogados. La empresa de Steve Jobs, que hace unos días se convirtió en la primera empresa por capitalización del mundo, ha dejado entrever que utilizará las armas legales contra sus enemigos.
En los últimos meses, las demandas interpuestas por Apple contra empresas productoras de tabletas que utilizan Android (Samsung, la propia Motorola, la taiwanesa HTC) han crecido exponencialmente y en julio incluso se alió con su histórico rival Microsoft para ganar 6.500 patentes a Nortel Networks. el gigante canadiense de las telecomunicaciones.
En Europa Apple tiene eso Samsung ya no vende su tablet Galaxy y hace cinco días presentó una demanda contra Motorola acusándola de copiar el diseño del iPad para su tablet Xoom. En Estados Unidos, la American Antitrust está examinando muchos otros casos presentados por la empresa de Jobs, que no se puede tragar el hecho de que la suma de las ventas de todos los dispositivos con Android supera a la del iPhone.
Pero Google se ha arremangado y trata de garantizar una mayor seguridad para su sistema operativo y para todas las empresas que lo utilizan. De hecho, las acciones de Samsung y HTC, los dos mayores fabricantes de dispositivos que utilizan Android, subieron un 4 % y un 2 %, respectivamente, inmediatamente después del anuncio del acuerdo.
Pero algo aún no está claro. Google acordó pagar a Motorola $ 2,5 mil millones si no logra cerrar el trato, que se espera que se cierre a principios del próximo año. Por su parte, Motorola pagaría una sanción de tan solo 375 millones de dólares.
Como ha señalado el experto en propiedad intelectual Florian Mueller, las razones de tal acuerdo descansan necesariamente en dos supuestos: el comprador, aunque tenga enormes recursos a su disposición, debe estar "totalmente desesperado", de lo contrario el vendedor no podría mandar términos similares. Pero si al vendedor no le importara tanto endurecer este acuerdo, no insistiría en sanciones tan elevadas, ya que sería mejor buscar otros operadores con los que negociar en lugar de centrarse en uno solo.
Es por tanto probable que el gigante de la red se sintiera con agua en la garganta, también porque los rumores en la prensa americana dicen que Microsoft estaba interesada en comprar Mmi. Y que Motorola necesitaba a Google para defenderse de las demandas que le han presentado Apple y Microsoft en los últimos meses. Pero ahora que el gigante de Mountain View también ha asegurado su refugio a prueba de abogados, las bases parecen estar sentadas para que los tres grandes competidores comiencen el verdadero desafío, el de los productos. Que empiecen los juegos.
