Cuando navegamos por la web no podemos dejar de notar la serie de enlaces a otros sitios que aparecen continuamente en las pantallas de nuestras computadoras. El algoritmo que los gobierna debe regirse por criterios sumamente delicados que garanticen total imparcialidad. Pero, ¿qué ocurre si a esas normas imparciales se superponen otras vinculadas a acuerdos comerciales suscritos por el propietario del buscador? ¿Qué efectos distorsionadores de la competencia puede provocar?
Este es uno de los principales puntos abordados por el presidente de Espresso, Carlo De Benedetti, durante su discurso en el 66º Congreso Mundial de la Edición que finalizó en Turín. De Benedetti abordó el problema en particular con referencia a Google, que es hoy el motor de búsqueda más grande del mundo. "La mejor solución a los problemas competitivos que enfrentamos -declaró- sería someter los servicios de búsqueda especializados de Google a las reglas del algoritmo de búsqueda general".
El riesgo, según el presidente de Espresso Group, es que el intercambio de datos entre Google y las empresas de servicios (por ejemplo, Youtube) con las que el buscador tiene relaciones, permita que la gran G ocupe una posición dominante y oligárquica de facto. . La solución, sugerida mientras tanto por De Benedetti, es separar las actividades de investigación generales de las actividades de investigación especializadas.
El tema ya había sido discutido en los últimos meses ante la Unión Europea, donde aún está pendiente un recurso contra el abuso de poder de Google. El 5 de febrero, la Comisión obtuvo el compromiso del motor de búsqueda de nombrar los servicios de tres competidores de forma igualmente destacada al promocionar sus propios servicios de búsqueda especializados. Esta solución es juzgada insuficiente por los operadores de comunicación europeos.
Los editores están preocupados por el fortalecimiento de la competencia de los motores de búsqueda que no se presentan como medios, pero que ahora son competidores reales en la información digital.
De Benedetti ha pedido a la nueva Comisión que "elimine las ventajas desleales y anticompetitivas" en el sector, invitándoles a "jugar en igualdad de condiciones" con estos nuevos competidores. La política europea debe intervenir en el tema para enfrentar el riesgo de reemplazar "una democracia analógica imperfecta con una oligarquía digital perfecta".
