Tiger Woods se salta el Masters: el anuncio llegó hoy a la web del gran campeón estadounidense. El golfista número uno del mundo se sometió el lunes a una cirugía de espalda por una hernia que lo había estado atormentando durante meses, aplastando un nervio. La cirugía, realizada en Park City, Utah, por el neurocirujano Charles Rich, fue exitosa, pero ciertamente Tiger no podrá salir al campo en Augusta National en 10 días.
Es un mal golpe para este torneo, el primer major de la temporada, que se ve privado de uno de sus protagonistas, todavía favorito sobre el papel, aunque no haya hecho nada bueno esta temporada. Tiger está luchando por recuperarse y mantener su rol en el circuito, aunque probablemente perderá su lugar como número uno en la clasificación en breve, perseguido por jugadores en espléndida forma como Adam Scott y Rory McIlory.
Woods decidió operarse después de intentar solucionar el problema de otras formas, pero sin éxito. Cuando se dio cuenta de que no podía llegar a la primera ronda del Grand Slam, decidió pasar por el quirófano. Es la primera vez que el campeón se pierde el Masters, su major favorito, aquel en el que ha derribado todos los tabúes contra los negros y que ha ganado en cuatro ocasiones.
“Este es un momento difícil – escribe Tiger – pero soy optimista para el futuro. Hay un par de récords de dos jugadores (San Snead y Jack Nicklaus, ed) que todavía quiero romper. Creo que todavía tengo una larga carrera por delante". En resumen, el tigre está herido, pero no deja de rugir. Hizo lo que evidentemente era indispensable, en los últimos meses en cambio era una sombra de sí mismo y ahora está claro por qué.
