Mujer, pobre y de color. Un trinomio a romper, reforzado por el hecho de que “reducir la brecha de ingresos de las mujeres negras podría conducir a la creación de 1,2-1,7 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos y a un aumento del PIB anual estadounidense de 300-450 mil millones de dólares”. Por eso Goldman Sachs mete la mano en la cartera y anuncia un importante proyecto para reducir la enorme brecha que existe hoy: la mediana mujer negra soltera - en el informe Mujeres Negras, publicado el 9 de marzo- posee un 92% menos de riqueza que el correspondiente hombre blanco (soltero, mediano). Una enorme brecha que empobrece no solo a las mujeres negras sino a todo el potencial de riqueza del país.
Es por eso que el grupo Goldman Sachs, Inc. (NYSE: GS) anunció una nueva iniciativa el viernes 12 de marzo.
“En asociación con organizaciones dirigidas por mujeres de color, instituciones financieras y otros socios, Goldman Sachs asignará $ 10 mil millones en capital de inversión directa e $100 millones en capital filantrópico durante los próximos 10 años para abordar el doble sesgo, de género y raza, que las mujeres de color han sufrido durante generaciones y que se ha visto exacerbado por la pandemia. Un millón de mujeres negras, como su nombre lo indica, tiene el objetivo de impactar la vida de al menos un millón de mujeres negras para 2030”.
Comunicado de prensa de Goldman Sachs
“Esta iniciativa será revolucionaria”, es el comentario difundido por melanie campbell, Coordinadora de la Mesa Redonda de Mujeres Negras y Presidenta y Directora Ejecutiva de la Coalición Nacional para la Participación Cívica Negra, socia de GS para el programa. “Lo que está haciendo Goldman Sachs tiene el potencial de tener un impacto real en la vida de las mujeres negras, sus familias y comunidades en todo el país”.
¿Adónde irá la financiación? Servirán para "estimular la inversión en vivienda, salud, acceso a capital, educación, creación y desarrollo de empleo, conectividad digital y salud financiera". El objetivo, como se ha dicho, es reducir la diferencia de género no solo hacia los hombres, blancos o negros, sino hacia las propias mujeres blancas que actualmente cobran un 15% más que sus compañeras negras por el mismo trabajo. Un diferencial que penaliza especialmente a los empresarios negros a los que solo se destina el 0,3% de los fondos de capital riesgo en EE.UU.
Las altas finanzas, por lo tanto, resultan ser filantrópicas y antirracistas. O tal vez las altas finanzas han entendido lo que la sociedad y la política a menudo luchan por entender: a saber, que es precisamente en los grupos más débiles donde se suele esconder el mayor potencial de crecimiento. Y que ello mejora el perfil de sostenibilidad, cada vez más relevante a ojos de los inversores.
"Nuestra investigación recién publicada, Black Womenomics, sugiere que ninguna inversión podría tener un mayor impacto que desbloquear el potencial económico de las mujeres de color.. Frente a disparidades significativas, han demostrado una resiliencia admirable, especialmente porque están iniciando negocios más rápido que nadie en los Estados Unidos.
David M. Solomon, presidente y director ejecutivo de Goldman Sachs
"Las mujeres de color están en el centro de esta estrategia de inversión porque sabemos que el capital tiene el poder de impactar el cambio, y sabemos que las mujeres de color tienen el poder de transformar comunidades.. Si podemos hacer que nuestra economía funcione para las mujeres de color, todos nos beneficiaremos".
Margaret Anadu, Directora Global de Sostenibilidad e Impacto de Goldman Sachs Asset Management.
