"Si pudiéramos fingir que no hay Europa ni Japón en el mundo, la economía mundial estaría bien", dijo Jim O'Neill, presidente de Gestión de Activos de Goldman Sachs. Una declaración basada en el 'índice sorpresa': este 'Índice sorpresa' tiene en cuenta cuántas veces las estadísticas publicadas han resultado ser más altas o más bajas que las previsiones de los analistas. Y, en lo que respecta a las dos economías más grandes del mundo, EE. UU. y China (solos representan un tercio de la economía mundial), este índice da lecturas reconfortantes: para Estados Unidos está en 57, por encima de un -65 de junio; para China, estamos en 27 frente al mínimo, también en junio, de -88.
La encuesta sobre la opinión de los gestores de fondos, publicada el 13 de noviembre por Bank of America-Merrill Lynch, revela que las expectativas de crecimiento mundial son las mejores desde febrero de 2011 y, en lo que respecta a China, las mejores desde hace tres años. Los mercados se ven frenados principalmente por las incertidumbres políticas: el 'abismo fiscal' en EE. UU. y Grecia/España en Europa.
