Tres meses después de las elecciones del 4 de marzo, no hay un solo gobierno en el horizonte, sino incluso dos. Uno técnico y otro político. El primero liderado por Carlo Cottarelli durante dos días a la espera de saber si entrar en la cancha o dar paso a un gobierno político y el segundo, si llega a nacer, liderado por el revivido Giuseppe Conte o por la Liga Norte Giancarlo Giorgetti (candidato , no obstante, también para Hacienda). Esta es la situación en la que se abre una nueva jornada de crisis política que puede ser decisiva pero quizás no.
El rompecabezas político sigue en pie. Al abjurar de la delirante petición de juicio político, el líder del Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, preocupado por la frondosa que empieza a crecer en su grupo y la merma del consenso electoral por lo inconcluso de las negociaciones gubernamentales, ha dado otro vuelco. y ayer subió al Colle para reconciliarse con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y comunicarle que está dispuesto a probar la última carta para formar un gobierno político en el eje Lega-Cinque Stelle. A Di Maio le gustaría el cargo de primer ministro para el profesor Conte, pero está dispuesto a cederlo a la Liga Norte Giorgetti a cambio de la renuncia de Paolo Savona como ministro de Economía, quien sería recompensado con otro ministerio.
Pero Salvini, que prefiere tener las manos libres para capitalizar el consenso que se obtenga en las próximas elecciones, primero rechazó la oferta y luego abrió una ventana al decir que lo pensaría. En realidad, la idea predilecta de Salvini es otra, a saber, la de dar carpetazo al gobierno político y permitir el nacimiento del gobierno técnico Cottarelli, que debería surgir de la confianza técnica que en el Parlamento le otorgarían la Liga y el resto de políticos y que tendría la única tarea de llevar a Italia de vuelta a las urnas lo antes posible pero después de julio, es decir, en septiembre.
Salvo nuevos saltos mortales y nuevos giros, el acuerdo político Lega-M5S extendido a los Hermanos de Italia sigue siendo difícil pero vuelve a la cancha aunque el presidente Mattarella se quede con la carta de reserva del gobierno técnico encabezado por Carlo Cottarelli y el consiguiente regreso en las elecciones de septiembre . El primer ministro encargado ya tiene lista la lista de ministros técnicos desde hace dos días y está a la espera de la evolución política para entender si debe entrar o no en la cancha.
En esta comedia absurda sobre la piel del país, las próximas horas podrían ser, por tanto, las decisivas pero es un vaticinio repetido demasiadas veces y demasiado defraudado. Pronto veremos si esta vez será el momento adecuado para que nazca el primer y quizás único gobierno de una legislatura mal nacida y destinada a cerrarse a los pocos meses.