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Gobierno, jueves y viernes segunda ronda de consultas

Tras el estancamiento de la primera vuelta, la situación sigue estable: en efecto, la hipótesis (todavía viva) de un gobierno Lega-M5S parece haberse enfriado tras unas escaramuzas entre Salvini y Di Maio, que hace unos días incluso exprimieron la cuidado con el Partido Demócrata: encaramado pero dividido, Mattarella está presionando por un gobierno legislativo. Empieza con las fiestas, el Cinco Estrellas cierra

Gobierno, jueves y viernes segunda ronda de consultas

Comienza desde cero. El presidente de la República Sergio Mattarella convocó a la segunda ronda de consultas para el jueves y viernes. Esta vez el Presidente partirá de las partes, última palabra al Cinco Estrellas: volvemos a empezar desde el puesto de la primera vuelta, de la que no ha surgido ningún progreso. De hecho, en todo caso, unos pasos hacia atrás: lo que, sobre todo tras la elección de los presidentes de las cámaras, parecía un acuerdo a punto de despegar definitivamente entre la Lega y el Movimiento 5 Estrellas, es ahora cada vez más improbable. De hecho, tras las primeras consultas han cambiado las cartas sobre la mesa: el líder del M5S Luigi Di Maio reiteró que un acuerdo con Berlusconi es imposible (y por sí solos, la Liga y el Movimiento no tendrían números para un gobierno sólido) y por su parte Matteo Salvini tomó nota, pero reiterando la absoluta lealtad de su partido a Forza Italia y a toda la coalición, ganador de las elecciones del 4 de marzo.

Además, Di Maio, a través de una entrevista con el diario La Repubblica, incluso hizo un guiño al Partido Demócrata, el enemigo acérrimo de los últimos cinco años de legislatura. Con el pretexto de que el secretario ya no es Matteo Renzi (aunque entonces, en otras circunstancias, era más conveniente afirmar que seguía en la trastienda del partido y del gobierno), los grillini propusieron entonces "enterrar el hacha, por el bien del país". Obteniendo un no rotundo por ahora, pero de hecho logrando una vez más (¿era ese quizás el objetivo?) dividir al Partido Demócrata. De hecho, el secretario Maurizio Martina devolvió la oferta al remitente: "Desde el punto de vista de la autocrítica sobre los tonos hay un paso adelante, se aprecia que el tono cambia pero desde el punto de vista de las ambigüedades políticas todos quedan y para nosotros soy un hecho. Reitero lo que dijimos en el Quirinale: esa es nuestra línea. Ahora el centroderecha y Cinquestelle deben decirle claramente al país, a las demás fuerzas políticas y al Parlamento lo que pretenden hacer. Deben hacer explícito su intento de comprensión. Seguimos fieles y consecuentes con el planteamiento dado desde el primer minuto”.

Pero no todos están de acuerdo con él. La fiesta de los dialogantes va para Francesco Boccia, que define el enroque como "inaceptable" e insta a los colegas a "abrir un diálogo" hasta Dario Franceschini, quien los invita en Twitter: "Paremos y reflexionemos". Di Maio siempre en la entrevista con Repubblica también había dejado la puerta abierta a la Liga, reconociendo sin embargo que las dos ofertas (a la Liga y al Pd) son alternativas: “Liga y Pd no deben sentirse al mismo nivel. Sé que estoy hablando con dos fuerzas políticas profundamente diferentes". Sin embargo, la postura ha enfriado inevitablemente las relaciones con la Liga. De lo contrario, en las ultimas horas ha llegado practicamente a un choque: "Hay un 51% de posibilidades de tener un gobierno entre el centro-derecha y Cinquestelle", dijo el secretario del Carroccio en una visita el lunes a Friuli Venezia Giulia, donde el candidato de la Liga Norte en las próximas elecciones regionales Massimiliano Fedriga se da como favorito. Está lista la respuesta del líder del M5S, quien escribió en Twitter: “Hay un 0% de posibilidades de que el Movimiento 5 Estrellas entre al gobierno con Berlusconi y con el grupo de centroderecha”.

"Di Maio, en este momento, me interesa menos que cero", respondió luego Matteo Salvini al margen de un mitin en Friuli, que también pronunció una "mierda" sobre la hipótesis de un gobierno de todos por la ley electoral. Salvini ha dejado claro en repetidas ocasiones que prefiere volver a las urnas en ese momento. Y Colle, ¿qué te parece? Mattarella ya ha dejado entrever que quiere tomarse todo el tiempo necesario, sin forzar tiempos ni acuerdos. El objetivo es un gobierno legislativo, basado en programas para responder a las necesidades del país. Sin vuelta a las urnas y, por ahora, sin gobierno de propósito. En efecto, según los rumores, la primera opción del Quirinale es siempre un gobierno que reúna a las fuerzas opositoras de la última legislatura: tendría amplia mayoría y los programas coinciden en algunos puntos. Sin embargo, llevará bastante tiempo convencer a los protagonistas.

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