La esperada etapa de Lago Laceno con la temida subida al puerto de Molella a menos de 5 kilómetros de la meta, prácticamente no hizo temblar la clasificación general pero dio algunos indicios que pueden ser importantes para la continuación del Giro: en primer lugar confirmó que el ganador, Domenico Pozzovivo, Lucan, nacido en 1982, médico ciclista licenciado en economía empresarial, es quizás hoy uno de los escaladores más fuertes no solo en Italia y que su victoria en el último Giro del Trentino no fue la hazaña de un día afortunado. Es cierto que en 1998 en la misma meta de Lago Laceno, en el corazón de Irpinia, los suizos (y no sólo ellos), al ver remontar a Alex Zulle y desmontar a Marco Pantani, creyeron haber descubierto al nuevo Hugo Koblet. Pronto cayó la ilusión bajo los portentosos tiros del Pirata que destrozó en el Monte Campione y en los Dolomitas a Zulle, quien fue un excelente atleta pero nunca un campeón completo.
El Pirata era el Pirata pero, incluso con todas las precauciones y controles necesarios, Pozzovivo merece más atención después de hoy que la que le ha dado el Giro hasta ahora. Su sprint en el tramo más difícil de la ascensión final fue perentorio. Los grandes nombres del Giro no reaccionaron y se dejaron despegar, casi felices de no dar batalla. Una falta de reacción que solo alimenta la duda hamletiana que acompaña a este Giro desde el principio: sí, hay un abanico de favoritos, los llamados grandes nombres, ciclistas absolutamente excelentes porque no se ganan dos Giros como Basso. si no tiene calidad y buenas piernas, pero falta el campeón Contador, capaz de imponer su propia ley en cada ocasión y en cualquier terreno. Nos recuerda lo que el español fue capaz de inventar sorprendentemente en el escenario de Tropea el año pasado.
Entre los favoritos en la salida, la subida a Lago Laceno premió con la bonificación de 8” a Joaquín Rodríguez que finalizó tercero a los 27” regulando el reducido grupo de los mejores del sprint. En el que también estuvo Damiano Cunego, después de haber sufrido tanto cuesta arriba que perdió las ruedas de Basso y sus compañeros. Maillot rosa siempre sobre los hombros del canadiense Tyler Esjedal quien no tuvo mayores problemas para defenderla. Al comienzo de la segunda semana de carreras, habiendo alcanzado su punto más al sur este año, el Giro todavía ve la friolera de 13 ciclistas reunidos en menos de un minuto. Gracias al bono Rodríguez es segundo esta noche a las 9”. Kreuziger es cuarto a 35”. Basso es sexto a 40”; noveno Schleck en 48”; Scarponi es duodécimo con 54”; Le sigue Pozzovivo en el 55”. El estadounidense Vandevelde perdía terreno mientras que el español Intxausti Elorriaga saltaba al quinto puesto de la clasificación general, en igualdad de condiciones con Kreuziger, que hoy era segundo a 23” de Pozzovivo. Un ranking que se convierte cada día más en un auténtico rompecabezas, incluso para las cuotas de las casas de apuestas en busca del posible ganador de un Giro cuyo dueño aún no es visible.
