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Giro de Italia: empiezan las montañas, reto entre Roglic y Nibali

Hoy de Cuneo a Pinerolo en memoria de la hazaña legendaria de Coppi en 1949 – Ayer en Novi Ligure victoria de Ewam sobre Démare y Ackermann – Viviani cuarto tras la carrera anuncia su retirada

Giro de Italia: empiezan las montañas, reto entre Roglic y Nibali

Hoy, 70 años después de la etapa que proyectó a Fausto Coppi en leyenda, el Giro vuelve a proponer la Cuneo-Pinerolo. Los lugares de salida y llegada eran idénticos, el recorrido muy diferente al que afrontaban los renacuajos el 10 de junio de 1949. Era la 17ª etapa: con el maillot rosa iba Adolfo Leoni que lo había defendido en los Dolomitas de los ataques de Coppi y Bartali. Más de 250 km con cinco colinas legendarias para escalar: Maddalena, Vars, Izoard, Moginevro y Sestrière. El viaje de Coppi fue implacable, una garza volando en la niebla en la mayoría de los caminos de tierra. El Campionissimo aniquiló la competencia en un crescendo de multitudes entusiastas. El segundo, Gino Bartali, llegó casi 12 minutos después que él. Coppi conquistó el maillot rosa al ganar el tercero de sus cinco Giros.

Hoy la caravana rosa, mientras celebra el Coppi, afronta un Cuneo-Pinerolo menos difícil, no hay cinco collados por el momento, pero aún así por primera vez en este Giro suben un Gpm de primera categoría, el Montoso, una subida inédita de casi 9 km nunca antes abordados, con un desnivel medio del 9% y picos de hasta el 14%. Situada a 16 km de Pinerolo, puede ser el trampolín para aquellos que quieran ascender en la clasificación aprovechando también el tramo final de via Principi d'Acaja (450 metros al 14%).

Es el primer sabor de la montaña real, un aperitivo para los escaladores antes de la etapa a 2247 metros en Ceresole Reale. El Giro entra en la fase decisiva. Primoz Roglic, segundo a 1'50" de Valerio Conti todavía con el maillot rosa, tiene una ventaja de 1'44" sobre Nibali, que se perfila como su rival más formidable tras los fracasos de Yates y López en la contrarreloj de San Marino. Pero incluso el británico y el colombiano, con tantas montañas en el programa, pueden volver a meterse en el juego en el desafío que hoy parece reducido a dos, entre Nibali y Roglic.

Mientras tanto, ayer tuvo lugar otro sprint grupal en Novi Ligure. Caleb Ewan ganó corriendo como una bala, repitiendo su éxito en Pesaro. Detrás de él Arnaud Démare, que había triunfado el día anterior en Módena. Tercero Ackermann que, pese a sufrir la caída del día anterior, volvió enseguida al lío de la carrera final para defender el maillot ciclamen. Todavía derrotado y sólo cuarto Elia Viviani, que decepcionado tras tantas colocaciones y ninguna victoria decidió retirarse, tirando del enchufe para encontrarse a sí mismo. “Recibí muchas palizas pero siempre me iba de nuevo”.

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