El viernes ya era evidente que la victoria de Shinzo Abe en las elecciones japonesas estaba descontada por los mercados. Se ha añadido un elemento de incertidumbre dado que, mientras que la mayoría -PLD (Partido Liberal Democrático) y nuevo Komeito- ahora también controla la Cámara Alta, el PLD por sí solo no tiene una mayoría absoluta y, por lo tanto, está algo limitado en sus acciones de reforma. Mientras que los dos primeros pilares de la 'Abenomics' (expansión monetaria cuantitativa y política presupuestaria expansiva) son ampliamente compartidos (no solo dentro de la mayoría sino también en un sentido bipartidista), el tercer pilar (lo que llamamos en Italia las 'reformas estructurales ', es decir, liberalizaciones en el mercado laboral y en el mercado de productos), cubre políticas más conflictivas y se necesitará un fuerte consenso político para que las reformas sean aprobadas en las dos Cámaras.
Tras cierto entusiasmo inicial, los mercados dieron señales de decepción (el Nikkei registra -1,4%) pero luego la Bolsa de Valores de Tokio cerró en positivo. El yen se fortaleció (justo por debajo de 100), al igual que el euro (a 1,316). Las cotizaciones en la Bolsa de Valores de Tokio están retrocediendo ligeramente y el oro se ha recuperado con fuerza, primero rondando muy por encima del nivel de 1300 y luego retrocediendo a 1294 (a primera hora de la tarde en Japón). El petróleo se mantiene fuerte, por encima de los 108 $/b.
