El turista chino atrae a todo el mundo y en los últimos años se ha convertido en objeto de deseo de todo país con una fuerte vocación turística. En Asia, excepto Taiwán, Hong Kong y Macao, territorios denominados colectivamente "Gran China", el destino favorito es Corea del Sur, que en 2014 fue visitada por 6,13 millones de chinos. Sin embargo, Japón también se está recuperando y el año pasado vio la llegada de 2,4 millones de turistas chinos, una cifra significativa, si se tiene en cuenta que las relaciones entre las dos potencias asiáticas, aunque mejoraron recientemente, siguen siendo tensas.
Y, sin embargo, ha habido un aumento en los visitantes chinos a Japón, e incluso uno impresionante, dado que hasta 2013 el flujo desde China se había detenido, durante unos buenos seis años, en un millón de visitantes. De hecho, el crecimiento porcentual va a favor de Japón, que de 2013 a 2014 ganó un 83 % más de turistas chinos, mientras que la afluencia a Corea aumentó un 42 %. Kim Sung-eun, de la Organización de Turismo de Corea, admite a regañadientes que "un resultado tan extraordinario, logrado a pesar de las difíciles relaciones entre Japón y China, se debe por un lado a las ventajas de un yen débil y por otro al agresivo campaña lanzada por el gobierno japonés para atraer turistas, especialmente asiáticos”.
En efecto, en los dos últimos años se han puesto en marcha una serie de iniciativas, desde la flexibilización de los trámites para la obtención de visados de turista, hasta la ampliación de la gama de productos "tax free", desde la apertura de tiendas libres de impuestos personalizadas para determinadas categorías de turistas, al lanzamiento al mercado de paquetes turísticos "todo incluido" especialmente atractivos.
