La sorpresa de la jornada está en la caída del PIB japonés: en el tercer trimestre -0,4% respecto a abril-junio e incluso -1,6% anual, ante expectativas de aumento. Sin embargo, la debilidad es anómala, concentrada en una caída vertical (-24% interanual) de la inversión en vivienda y en una fuerte contribución negativa de la acumulación de existencias.
Sin embargo, la bolsa japonesa, que se ha recuperado de los altos niveles alcanzados en las últimas semanas y por tanto vulnerable a una corrección, retrocedió y el Nikkei pierde un 2,7% al cierre de la jornada. Shanghái en cambio aguanta y sube un 0,5%, al nivel más alto desde hace más de un año.
El yen se fortaleció ligeramente y volvió por debajo del nivel 116: 115,7 frente al dólar. El dólar también se debilitó frente al euro (1,255) y sobre todo frente al oro, que saltó a 1190 $/onza (los "bichos del oro" probablemente busquen más inyecciones de liquidez para apoyar las economías, lo que, según ellos, debilitaría las monedas de papel ). El petróleo WTI sube un dólar, hasta los 75,5 $/b.
