Alemania espera un aumento de las inversiones chinas que revitalizará su economía real. Así lo declaró el embajador de Alemania en China, Michael Clauss, y es solo el último de muchos indicios que atestiguan el momento particularmente favorable que atraviesan las relaciones entre ambos países.
A principios del mes pasado se firmaron tratados comerciales por valor de 18 millones de dólares en una reunión entre la canciller Angela Merkel y el primer ministro Li Keqiang.
“Se discutieron los detalles de una nueva temporada de cooperación económica entre nuestros dos países”, dijo el embajador, “y en particular, se identificó el sector de alta tecnología como el más prometedor para una colaboración ventajosa”.
"China y Alemania", agregó Clauss, "tienen la intención de unir fuerzas para mejorar la investigación en el campo de la tecnología avanzada, tanto en el sector público como en el privado".
“Alemania”, recordó Clauss, “es el socio económico europeo más importante de China y, en consecuencia, el más capacitado para suministrar a la potencia asiática la tecnología innovadora y cada vez más avanzada que necesitan las empresas chinas”.
El renovado compromiso de cooperación económica entre ambos países ya ha llevado a China a ser una de las tres mayores fuentes de capital extranjero para Alemania, con un impacto positivo en las oportunidades de empleo en ese país. Y mucho más se espera en el futuro, producto de la aceleración que han dado los liderazgos de los dos países al desarrollo de proyectos de cooperación económica.
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