Será un sábado de alto voltaje el que le espera a la plana mayor de Generali que ha convocado un consejo de administración extraordinario que tiene sabor a enfrentamiento entre Leone y su principal accionista, Mediobanca, y que decidirá la suerte del consejero delegado Giovanni Perissinotto , que hace un año destituyó al presidente Cesare Geronzi en nombre de la autonomía de la empresa. El malestar entre Generali y Mediobanca y en particular entre sus dos números uno, Perissinotto y Alberto Nagel, no surgió hoy sino desde que Piazzetta Cuccia lanzó el muy polémico plan para la construcción de un polo de seguros alternativo a la empresa de Trieste entre Fonsai y Unipol. Los buenos resultados de gestión presentados por la alta dirección de Generali aún no han sido suficientes para relanzar la acción en Bolsa y esto ha ofrecido a los accionistas privados (Del Vecchio a la cabeza) la oportunidad de pedir un nuevo vuelco al frente de la el León que inmediatamente ha montado Mediobanca.
De ahí la sorpresiva convocatoria del consejo extraordinario de Generali el sábado en el que se cuestionará la confianza en Perissinotto a pesar de que en la asamblea general de hace un mes la cumbre de Trieste había recogido un amplio consenso aunque precedida de una controvertida entrevista del patrón de Luxottica, Del Vecchio, que pidió la cabeza de Perissinotto para las inversiones financieras del León aunque luego votó a favor.
