“Bienvenido a Gran Bretaña” titula hoy The Economist para resumir las turbulencias político-económicas que vive el Reino Unido en las últimas semanas, cada vez más parecidas -si no peores- a las vistas en Italia en las últimas décadas. Día tras día, de hecho, la situación del Primer Ministro de Liz braguero que trata de resistir denodadamente el fuego cruzado que viene de la oposición, pero sobre todo de la mayoría conservadora tras la lamentable reforma fiscal anunciado el 23 de septiembre y luego cancelado que amenazaba seriamente con colapsar la economía británica, provocando el colapso de la libra, provocando que las tasas de interés de los bonos del gobierno se dispararan y llevando los fondos de pensiones al borde del incumplimiento.
Para muchos, la Premier League ahora tiene horas de sobra y ni siquiera se dice que llegará al tradicional brindis navideño que se realiza cada año en Downing Street. Lo que pasó ayer, en cambio, no hace más que confirmar esta tesis. En solo un día, Truss se vio obligada a reemplazar a su ministro del Interior, Suella Braverman, considerado un aliado cercano, para luego ser testigo de lo que sucedía en la Cámara de los Comunes, donde el Gobierno corría grave riesgo de ser derrotado en una vota por el fracking que Truss había definido como un "voto de confianza".
Renuncia de Braverman: ¿por qué renunció el Ministro del Interior GB?
El ahora ex ministro del Interior, suella valiente, era considerado un halcón, perteneciente a la rama más radical del Partido Conservador. En las últimas semanas había ocupado las portadas de diarios de todo el mundo por haberse pronunciado en contra de la propuesta de un acuerdo comercial con India, pero también por algunas de sus declaraciones, que calificar de polémicas es quedarse corto, en las que decía : “Me gustaría ver una portada del Telegraph con un avión despegando para Ruanda, ese es mi sueño, es mi obsesión”. La referencia era a la criticada política migratoria del gobierno de Johnson, que obliga a Gran Bretaña a obligar a algunos inmigrantes que buscan asilo a abandonar el país y volar a Ruanda.
Le Ministro Braverman renuncia han llegado, oficialmente, a tener violó las regulaciones gubernamentalesenviando un correo electrónico a un parlamentario que contenga un documento oficial del gobierno. Lástima que, en su carta de despedida, Braverman no se limitó a saludar y admitió que había cometido un "error", sino que definió al gobierno como "inepto e inadecuado".
Braverman comparte un récord con el exministro de Economía Kwasi Kwarteng: en el cargo 43 días, el suyo fue el mandato más corto como Ministro del Interior en los últimos 188 años.
Braverman será sustituido al frente del Ministerio del Interior otorgar shapps, ex Ministro de Transporte en el Gobierno de Johnson, exponente moderado del Partido Conservador, así como partidario del rival Rishi Sunak.
Así, en una sola semana, Braguero ha perdido a dos de sus aliados más cercanos, sacrificándolos en el altar de Realpolitik, en un intento de permanecer anclado a un sillón, el de Primer Ministro, que se vuelve cada vez más tambaleante día a día.
El voto sobre el fracking
Sí, porque por si no hubiera sido suficiente la dimisión de otro importante ministro, llegó la guinda de un día muy complicado para el primer ministro británico. voto de fracking en la Cámara de los Comunes.
El fracking en el Reino Unido está prohibido desde 2019, pero al gobierno le gustaría reintroducirlo en un intento por resolver la crisis del gas. Los laboristas, por el contrario, habían presentado una moción para extender la prohibición. Para presionar a sus parlamentarios a votar en contra, Truss dijo que la votación de anoche sobre la moción sería una especie de “voto de confianza al gobierno”. ¿Cómo terminó? La moción fue rechazada con 326 votos en contra y 230 a favor, pero 40 diputados del partido Conservador optaron por no votar. Inmediatamente después, varios miembros del mismo partido pidieron la dimisión de Truss, pero este respondió prometiendo un "castigo" ejemplar para los 40 diputados que no participaron en la votación.
La inflación se disparó y la libra bajó
Si bien la agitación política continúa, la situación económica también está lejos de ser simple. Ayer, la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) anunció que inflación en Reino Unido, en septiembre, alcanzó el pico más alto de los últimos 40 años, alcanzando el 10.1%. Il también está muy arriba tasa anual básica, que no tiene en cuenta la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, subió a un récord del 6,5%. Datos que, además de empujar el valor de la esterlina, trajo el rendimiento de primerizas período de diez años por encima del 4%. En paralelo el pan, los cereales, la carne y los lácteos aumentaron un 14,5% respecto al año pasado.
Por lo tanto, cada vez hay más analistas que predicen que, para marzo de 2023, el Banco de Inglaterra traerá i tasas alrededor de 5,5%, lo que convierte al Reino Unido en el país con las tasas oficiales más altas entre los países desarrollados.