El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó esta noche a Milán para participar en las conversaciones de paz con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, y resolver los problemas para el suministro de gas a Europa, vinculados al riesgo de desvío para uso doméstico que podría activar Ucrania.
Después de perderse la primera parte de la cumbre ASEM por asistir a un desfile militar en Serbia, Putin se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, poco antes de la medianoche, mientras se realizaban los preparativos para las conversaciones formales con Ucrania, que comenzaron a las 8 de esta mañana.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, también se reunió con Merkel y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, así como con el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy. Merkel y la Unión Europea han acusado a Putin de contener la crisis al proporcionar dinero, armas y combatientes a los rebeldes prorrusos desde que Rusia anexó la península ucraniana de Crimea en marzo pasado.
Putin, acompañado del director ejecutivo de Gazprom, Alexey Miller, dijo estar preocupado porque Ucrania podría robar gas ruso con destino a los mercados europeos. “Existen grandes riesgos de tránsito”, dijo Putin, quien niega rotundamente su participación en el conflicto ucraniano. "Ucrania está comenzando a desviar nuestro gas de la red de gasoductos de exportación y responderemos reduciendo los flujos en la cantidad aprovechada".
