“El momento histórico del G8 fue el tratado de libre comercio transatlántico. Existe la posibilidad concreta de un acuerdo con toda América del Norte, incluido Canadá. Si fuera posible concluir las negociaciones a corto plazo, creo que el nacimiento de un mercado euroatlántico común sería la mejor respuesta a la crisis. E Italia es el país europeo que más tiene que ganar con el acuerdo transatlántico, según nuestros cálculos”. Lo dijo el primer ministro Enrico Letta en la rueda de prensa al final de la cumbre en Irlanda entre los ocho principales líderes políticos del planeta.
“El intercambio de información es ahora un objetivo al alcance de la mano. La lucha contra la evasión y elusión fiscal, así como la lucha contra los paraísos fiscales -para que todos los países se adhieran a la plataforma desarrollada por la OCDE- ya no tiene retorno, y la palabra 'Suiza' es la primera que me viene a la mente. Este tema estuvo en el centro de este G8 y estoy seguro de que se confirmará en el G20 en San Petersburgo en la agenda de septiembre”.
“Son temas que tienen un retorno interno muy concreto para recuperar recursos e impuestos –prosiguió Letta-. La presión de la OCDE sobre los paraísos fiscales se ha vuelto ahora insostenible. El tema de la erosión de la base imponible por parte de las multinacionales también es importante, Obama también ha hablado de ello de manera marcada, y es un tema muy sentido también en Italia, donde nuestro deseo de atraer multinacionales necesita reglas que lleven a las multinacionales a pagan impuestos donde producen”.
