“La salida del Reino Unido de la Unión Europea revertiría la tendencia de expansión del comercio mundial y la inversión, así como el crecimiento del empleo relacionado, y supondría un grave riesgo para el crecimiento”, que para todos es una “prioridad urgente”. Los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Japón para la cumbre del G7 escriben esto en sus consideraciones finales. La referencia es al referéndum del Brexit que se realizará en Gran Bretaña el 23 de junio.
Sobre el tema de los migrantes, el documento acepta el llamamiento lanzado por la UE a sus socios afirmando que "los migrantes y los refugiados son un desafío global que requiere una respuesta global": por ello es necesario "aumentar la asistencia global para apoyar las necesidades de los refugiados, de las comunidades que los acogen" y cooperar con "nuestros socios, especialmente los de África, Oriente Medio y los países vecinos de origen y tránsito".
Además, el G7 "fomenta la admisión temporal" y los esquemas de reubicación "para aliviar la presión de los países que acogen a la mayor cantidad de refugiados". También porque “el número de migrantes, solicitantes de asilo y refugiados está en el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial”.
En cuanto a Italia, según el primer ministro Matteo Renzi “no estamos en una situación de emergencia. Tuvimos 160 personas en el peor año como afluencia. Ha habido un aumento de los desembarques en las últimas horas pero este aumento no está ni a los niveles de 2014 ni a los de 2015”.
