"El otoño es históricamente una estación difícil para los mercados, especialmente las acciones. En algunos casos incluso dramáticos, como lo fue en 1929, 1987 y 2008. Se han planteado diversas teorías para explicar este fenómeno”. Así comienza el último episodio de "En el cuarto piso", videocolumna de Alessandro Fugnoli, estratega de Kairos, dedicó este mes a extraña dinámica de estacionalidad.
“Los psicólogos –continúa Fugnoli– hablan de los estados depresivos desencadenados por el final del verano y las vacaciones. A nivel biológico, se ha dicho, el hecho de que los días son más cortos, hay menos luz, el tiempo empeora…”.
En realidad, según el estratega de Kairos, las dificultades otoñales en los mercados deberían atribuirse más bien a una causa más técnica, que atañe a los ritmos del mercado: "Los traders profesionales tienden a cerrar sus posiciones al final del año, para luego reabrirlos con el comienzo del nuevo año. Históricamente, la fase de compra continúa hasta el verano, cuando los inversores a menudo se encuentran entusiasmados y comienzan a vender, a menudo precipitadamente”.
Pero hay buenas noticias: “En general, al final del año, cuando haces un balance – explica Fugnoli – el enfoque se vuelve más equilibrado y racional, por lo que los mercados tienden a recuperarse con lo que se llama el mitin de fin de año.
En cualquier caso, el otoño de 2019 se presenta "relativamente tranquilo: hay temores relacionados con el Brexit, las negociaciones China-EEUU y el ciclo económico, pero los mercados pueden contar con la formidable apoyo del banco central, que están en todo el mundo bajando las tasas de interés y pretenden seguir haciéndolo, probablemente también a finales de año y principios de 2020”.
En general, por lo tanto, “no hay amenazas graves y estructurales – concluye Fugnoli – Por lo tanto, es perfectamente legítimo esperar una recuperación a finales de año y en todo caso con mercados más fuertes que los niveles actuales”.
