El desafío lanzado por Manuel Valls en su discurso oficial de candidatura en las primarias de centroizquierda es un desafío internacional y marcadamente "izquierdista", del que saldrá el candidato en las elecciones presidenciales previstas para la próxima primavera, tras la retirada del presidente saliente François Hollande : “Quiero luchar contra la derecha y su programa –dijo Valls, que mañana dimitirá del cargo de presidente del Gobierno, que ostentaba desde el 31 de marzo de 2014–, que propone viejas recetas de los años 80. Quiero una Francia independiente, inflexible en sus valores, que haga frente a la China de Xi Jinping, a la Rusia de Vladimir Putin, a la América de Donald Trump ya la Turquía de Erdogan”.
Valls, de 54 años, agradeció a su presidente Hollande, reconociendo el trabajo realizado juntos en los últimos dos años y medio: "Quiero expresar mi cariño a François Hollande y decir que durante mi mandato como primer ministro cumplí con mi deber, en la absoluta lealtad".
El candidato socialista, nacido en Barcelona en 1962, es ciudadano francés desde 1982. Miembro del Partido Socialista desde los 17 años, fue alcalde de Évry de 2001 a 2012, teniente de alcalde de Argenteuil de 1989 a 1998 y diputado del primer distrito electoral de Essonne desde 2002. También ocupó el cargo de consejero regional de Île-de-France de 1986 a 2002, antes de convertirse en Ministro del Interior bajo el gobierno de Ayrault, en 2012, al comienzo de la presidencia de Hollande.
