Otra ficha sobre el candidato presidencial francés François Fillon: el líder republicano, implicado desde hace semanas en la Escándalo de la contratación ficticia (con dinero público) de esposas e hijos – el llamado Penélopegate, llamado así por su esposa – ahora ha sido ingresado oficialmente en el registro de sospechosos por este asunto.
La acusación, según el anticipo del Canard Enchainé, es de “malversación de fondos públicos”, en este caso relativo a notas sobre trabajos remunerados de familiares pero con cargos considerados ficticios. Fillon siempre se ha defendido argumentando que el trabajo de sus familiares, sus colaboradores de mayor confianza, fue precioso para su puesto de diputado en la Assemblée Nationale, y de gran utilidad para el partido.
Cada vez más cuesta arriba, por lo tanto, su carrera hacia el Elíseo: Fillon ganó las primarias de centroderecha en noviembre pasado y desde hace unas semanas las encuestas le daban el favorito para llegar a la papeleta frente a Marine Le Pen. Un puesto que ahora parecería ocupar la estrella en ascenso Emmanuel Macron, liberal-progresista y exministro de Economía con Hollande.
