Después de los auditores, hasta el actuario acaba en el punto de mira de los fiscales. El caso vuelve a referirse a Fonsai, y en concreto al agujero de más de 600 millones de euros que según los magistrados se ocultaba en el presupuesto de 2010.
La Guardia di Finanza anunció que el nuevo nombre inscrito en el registro de sospechosos es el de Fulvio Gismondi, el actuario a cargo de la empresa. Los delitos alegados son la concurrencia en fraude contable agravado y manipulación de mercado así como falsa ideología. El Gdf de Turín también dijo que se están realizando búsquedas en Roma y Milán.
Según la acusación, Gismondi participó en la falsificación de los estados financieros de 2010 de Fondiaria Sai, certificando la suficiencia de las reservas, a pesar de que sabía que estaban considerablemente subestimadas.
En los últimos días, se notificaron dos avisos de garantía y conclusiones de las investigaciones preliminares por fraude contable agravado a dos auditores en Roma y Turín.
El 15 de octubre, el juez de instrucción de Turín había aceptado la solicitud de juicio inmediato para Salvatore Ligresti, su hija Jonella y tres exdirectivos de Fonsai. La primera audiencia está programada para el 4 de diciembre.
