El segundo Consejo más largo de la historia de la Unión Europea tras el celebrado en Niza en 2000 finalizó a las 5.30 horas de la mañana de este martes con una larga ronda de aplausos. Un merecido aplauso merece la Unión Europea, que tras tantas incertidumbres ha sabido mostrarse unida y capaz -esta vez- de llegar a un “compromiso de época”.
laacuerdo sobre el fondo de recuperación es "un tremendo éxito para la Unión Europea, un éxito extraordinario hecho posible por la unidad redescubierta y la determinación común de Alemania y Francia”, comenta en un artículo publicado en Inpiù el gerente general de Assonime, Esteban Micossi.
Según Micossi, no sólo ganó Italia, que consiguió llevarse 209 millones de euros en subvenciones y préstamos, sino también y sobre todo la Unión Europea, al aprobar un compromiso equilibrado que "no altera el equilibrio institucional entre el Consejo y la Comisión", aunque "deja al parlamento en la sombra en las decisiones sobre los programas nacionales y el desembolso de fondos".
"En el momento más difícil, Europa ha respondido adecuadamente a la gravedad de la crisis. Nuestro Primer Ministro regresa a casa con más de 200 mil millones en recursos frescos (Sr. Salvini: ¿lo escuchó?). Ahora viene el mayor reto, que es pasarlo bien", subraya Micossi en su intervención.
El excomisionado extraordinario también habla de un resultado favorable para Italia y para Europa Carlos Cottarelli que, en unentrevista con el Huffington Postya mira hacia el futuro y advierte: los problemas no se resuelven, De lo contrario. Según Cottarelli, Italia tendrá que presentar “un programa válido, que todavía no hemos podido hacer. Somos el último país, aún no hemos presentado un plan nacional de reforma, que sí es un acto formal, pero muestra que todavía vamos demasiado lento. Ahora habrá nuevamente un grupo de trabajo para crear un proyecto para presentar a Europa y moldearnos”.
Además, debe entenderse cómo se configurará el desembolso de fondos y bajo qué condicionalidad, especialmente con referencia al déficit y la deuda. “En este momento se han suspendido las reglas europeas, no hay techos, no hay planes de repago, no hay posibilidad de iniciar un procedimiento de déficit excesivo, pero en algún momento se reintroducirán estas reglas y habrá que entender en qué medida un país seguirá recibiendo este dinero, aunque no esté en línea con las recomendaciones europeas sobre el déficit público”.
En cualquier caso será dcondicionalidades "útiles para Italia, no es austeridad", concluye Cottarelli que finalmente invita a reflexionar detenidamente sobre el uso del Mes, destacando que, a pesar de que las tasas han bajado, "todavía vale la pena", sobre todo porque "el dinero ya llegaría este año".