Tras dos años de declaraciones moderadamente optimistas, en verano el tema de la desaceleración de la economía mundial volvió al centro de las preocupaciones del Fondo Monetario Internacional. Sobre todo, preocupa el desempeño de China, por el peso que tiene este país en la economía mundial (15% del PIB mundial).
Entre 2007 y 2014, China contribuyó con alrededor del 50% del crecimiento mundial. La ralentización anticipada en los últimos meses por algunos indicadores (descenso del transporte ferroviario de mercancías, consumo de energía, caída del PMI manufacturero, tendencia decreciente de los precios al productor) empezó a hacerse más visible en las cifras de las cuentas nacionales durante el verano. Los datos oficiales chinos muestran un crecimiento del PIB del 6,5% a/a en los primeros seis meses del año, una cifra bastante baja para el país.
Algunas estimaciones no oficiales suponen una desaceleración aún peor (alrededor del 5%). Según la oficina de estadísticas china, entre enero y julio el crecimiento lo frenó sobre todo el sector industrial, que creció sólo un 1,2% interanual, cuyo peso sobre el PIB en los últimos cuatro años ha disminuido casi 5 pp al igual que los beneficios de empresas activas en el sector. En los últimos años, el crecimiento de China ha estado impulsado sobre todo por las inversiones en infraestructuras y construcción, sectores que mostraron grandes dificultades durante la primera parte del año.
Estimaciones internacionales apuntan a un crecimiento en torno al 4% de las inversiones fijas brutas este año, un valor muy bajo para el país. Lo que más llama la atención no es el desempeño de la Bolsa, que aún pesa relativamente poco sobre la economía china, ni la inminencia de un desplome del mercado inmobiliario, sino la idea de que las herramientas de las que dispone el gobierno no son suficientes. recuperar un ritmo de crecimiento similar al de años anteriores. Y esto, sobre todo, porque el modelo de desarrollo que las garantizó, después de agotar todo su potencial, está creando distorsiones de difícil corrección.
Se adjunta el estudio completo.
Adjuntos: Foco no. 30 – 11 de septiembre de 2015.pdf