Según los analistas de Fitch, "el pesimismo del mercado sobre las perspectivas económicas a corto plazo de China probablemente sea exagerado", aunque "es necesario afrontar las consecuencias de un rápido aumento de la deuda de China entre 2008 y 2014" y "las expectativas del mercado sobre las perspectivas de crecimiento potencial de la economía del país en el mediano plazo podrían revisarse a la baja”. Esto es lo que leemos en un informe publicado hoy por la agencia calificadora.
"Los efectos relacionados con una desaceleración más prolongada en China -continúa el análisis- podrían tener implicaciones importantes en la calificación a nivel regional y global". Fitch también señala que los movimientos decididos por el Banco Central de China “notan la flexibilidad política de las autoridades en apoyo a la economía”, mientras que las autoridades chinas aún tienen “un espacio importante para flexibilizar aún más su política monetaria”.
Además, el gobierno de Beijing "todavía tiene recursos fiscales sustanciales a su disposición", continúa Fitch, señalando que la demanda y la producción "no indican una desaceleración extraordinariamente rápida, desordenada y amplia" y "el consumo y el mercado laboral se mantienen sólidos, incluso si el los datos son más débiles en términos de exportaciones, inversiones y producción”.
Sin embargo, la agencia señala que "es importante subrayar que la política económica estructural china se ha alejado deliberadamente de las inversiones y las exportaciones hacia el consumo interno". Finalmente, en el mediano plazo, Fitch continúa estimando "un período prolongado de menor crecimiento para el PIB chino, esperado en un nivel 'normal' probablemente muy por debajo del 7 por ciento".
