El Gobierno podría satisfacer al lobby de los estancos e introducir un nuevo impuesto a los cigarrillos electronicos. La medida está en estudio y debería incluirse entre las partidas de ingresos útiles para financiar el decreto para el pago de las deudas de las administraciones públicas. Se trataría de una enmienda de los ponentes que establece la aplicación del impuesto especial también a los "productos que contengan nicotina o sucedáneos del consumo del tabaco".
El nuevo impuesto, en todo caso, podría garantizar las arcas públicas solo un puñado de millones. Muy poco en comparación con el valor total del decreto de pagos, equivalente a 40 mil millones en dos años. Hasta la fecha, se paga el IVA sobre las recargas de cigarrillos electrónicos, pero no se aplica ningún impuesto especial, que en cambio pesa sobre el precio de los productos de tabaco normales.
“Esta es una maniobra del lobby tabacalero – comentó la empresa Ovale, una de las primeras en invertir en el sector en Italia -. El nuevo impuesto es contra los italianos: afecta a uno de los pocos mercados en crecimiento y generadores de empleo”.
En tanto, hoy se reúne la Comisión de Presupuesto de la Cámara para cerrar el examen de las reformas al decreto de pagos. Mañana llegará el texto a la Cámara.
