Solo en la industria del juego, Hasta ahora la pandemia le ha costado al Estado italiano entre 4 y 5 millones de euros. Esta es la cantidad de ingresos fiscales que se esfumaron en 2020 debido a Covid. De hecho, la emergencia sanitaria ha obligado a cerrar durante cinco meses y medio todas las actividades de juego: salones recreativos, salas de apuestas, salas de bingo, salas de tragamonedas y más. De acuerdo con las estimaciones elaboradas por las concesionarias y reportadas por Agimeg – Agencia periodística del mercado del juego – el año pasado el sector perdió más de una cuarta parte de su recaudación, con una financiación que se detiene en 80-82 mil millones de euros, desde 110 en 2019. El colapso, obviamente, generó un golpe a las arcas públicas, que para 2020 no debería recaudar más de 6,5-7 mil millones de juegos, aproximadamente 40% menos que la recaudación fiscal de 2019, que había sido de 11,5 millones.
Más grave aún, gran parte del dinero perdido por el sector no se queda en los bolsillos de los italianos, sino que se destina a enriquecer "organizaciones criminales, ya que con el sector parado, prolifera el juego ilegal”, subraya Gerónimo Cardia, presidente de la Asociación de Concesionarios Públicos de Juego (Acadi), quien pide al Gobierno “una reapertura inmediata de actividades, a partir de los protocolos sanitarios ya existentes que garantizan la protección absoluta de trabajadores y usuarios”.
