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Fincantieri-Saint Nazaire, acuerdo en riesgo: Choque París-Roma

El acuerdo parecía haberse alcanzado y el cierre debería haberse producido en las últimas semanas, pero Francia se está jugando la última broma para evitar el traspaso de la naviera Stx al grupo italiano, recurriendo a la UE Antimonopolio -Alemania también participa en el llamamiento: ¿nuevo eje París-Berlín? Título en picada en Bolsa.

Fincantieri-Saint Nazaire, acuerdo en riesgo: Choque París-Roma

Un nuevo frente estalla entre Francia e Italia, tras el de los inmigrantes y, más recientemente, el del apoyo a los chalecos amarillos del Movimiento 5 Estrellas. De hecho, sería mejor decir que vuelve a explotar, porque el duelo en los astilleros de Saint-Nazaire, al que apunta desde hace tiempo el grupo italiano Fincantieri, ya se había celebrado a finales del verano de 2017, cuando París había hecho todo lo posible para impedir el paso de la compañía naval Stx, anteriormente controlada por un grupo coreano, a Fincantieri. Entonces se había llegado a un acuerdo, pero ahora Francia vuelve a interponerse en el camino de la operación, esta vez junto con Alemania: de hecho, ambos países han pedido a la Antimonopolio europea que abra un procedimiento porque el acuerdo implicaría el riesgo de daño " significativamente a la competencia en la industria de la construcción naval”.

Bruselas, por su parte, explica que la adquisición propuesta no alcanza los umbrales de volumen de negocios previstos por el reglamento de la UE sobre fusiones que debe notificarse a la Comisión, pero que fue objeto de notificación por parte de las autoridades de competencia de París y Berlín y que, por tanto, la decisión final podría inclinarse a favor de los países recurrentes: “Sobre la base de los elementos aportados por Francia y Alemania, y sin perjuicio de los resultados de su investigación exhaustiva –de hecho argumentan a la UE–, la Comisión cree que la transacción podría perjudicar significativamente a la competencia en el sector de la construcción naval, en particular con respecto al mercado mundial de cruceros”.

Fincantieri no se ha pronunciado por ahora, pero hoy la acción se desploma en Bolsa, donde pierde más de un 6% a media mañana, por debajo del euro por acción. El acuerdo alcanzado en 2017 preveía un compromiso: Fincantieri tendrá el 50% de Stx France, la empresa que opera en las históricas fábricas de Saint Nazaire, cerca de Nantes, pero con poder de veto al Estado francés en cuestiones estratégicas. Entonces Gobernanza sólidamente en manos de los italianos con CEO y mayoría en la junta, pero con una espada de Damocles que, evidentemente, París ha decidido jugar ahora como bromista, intentando una vez más frenar un acuerdo que parecía haber satisfecho a todos, incluido el propio presidente francés Emmanuel Macron que hablaba de crear “un campeón del mundo en el sector naval, civil y militar, a través de una asociación igualitaria”.

El choque ahora es sobre todo político. El hecho de que Francia y Alemania apelaran conjuntamente a la UE Antimonopolio (uno de los principales competidores de Fincantieri en el sector naval tiene su sede en el país germano) sugiere una reconstitución del eje franco-alemán y de inmediato suscitó reacciones en Italia. Matteo Salvini comenta la historia como "la enésima demostración de que Europa no existe o existe en una calle de sentido único". El viceprimer ministro acusa a Francia y Alemania quien recurrió contra Fincantieri "porque se atrevió a adquirir una empresa francesa". Y si en París incluso el Ministerio de Economía resta importancia ("procedimiento normal") al movimiento francés, a través de la autoridad de competencia, claramente ha desplazado al gobierno italiano.

“Estoy sorprendido – admite Giuseppe Conte -. En muchos otros sectores de la actividad económica hay otros países que se ven favorecidos. Me parecería extraño que hubiera limitaciones y obstáculos para esta excelencia italiana, espero que no surjan obstáculos". Es otro revés en una historia que se ha prolongado durante algún tiempo. El cierre de la transacción debía tener lugar a principios de 2019 pero mientras tanto, los Chantiers de l'Atlantique han vuelto a ser propiedad estatal desde julio. Y ya no está claro si serán entregados a Italia ni cuándo.

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