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Finales NBA: nadie detiene a Lebron, el título vuelve a Miami

Lebron James, con 37 puntos y 12 rebotes, lleva a su Miami Heat a la victoria en el juego 7 ante los San Antonio Spurs de Tim Duncan y al segundo título consecutivo -King James también se lleva a casa el título de Mvp de las Finales- Para los Spurs no se arrepientan habiendo cerrado en el juego 6, cuando el ring parecía estar a un paso de distancia.

Finales NBA: nadie detiene a Lebron, el título vuelve a Miami

Miami Heat 95 vs San Antonio Spurs 88

Los Miami Heat son campeones de la NBA por segunda vez consecutiva. Era el final más obvio de la historia, el que todos esperaban, el más fácil de predecir en octubre. Sin embargo, llegó a su fin una de las finales más extrañas y peleadas de los últimos años, que subvirtió juego tras juego lo que creíamos saber sobre los dos equipos. Los San Antonio Spurs levantan los brazos solo en el juego 7 y lo hacen con la frente en alto, luego de acercarse al título en el juego 6.

Ganó Lebron James que, como cada vez, tuvo que sufrir las más dispares críticas -el cansino y anacrónico estribillo de la gargantilla- tras los primeros ensayos apagados, pero que, como le suele ocurrir, salió con fuerza en los momentos que más importaba: en la desesperada remontada del juego 6, y en todo el partido de ayer, cerró con 37 puntos y 12 rebotes, tirando muy bien incluso desde larga distancia (5 sobre 10 de tres).

L'MVP de las Finales, por segunda vez consecutiva, obviamente es él, aunque necesitó un Wade suntuoso (23 puntos y 10 rebotes) y un Battier recién descubierto (6 de 8 de tres) para sacar lo mejor de un San Antonio nunca domado. Muy silenciosos (0 para ambos), sin embargo, los dos héroes del final del juego 6, Ray Allen y Chris Bosh.

Los Spurs pierden de la forma más dolorosa la que probablemente sea su última carrera, y no pueden evitar pensar en aquel ruinoso partido 6 cuando parecía que ya se habían puesto el anillo de campeones de la NBA en el dedo. Una vez más, Duncan se movía con sus 24 puntos y 12 rebotes, y nadie pensaría que iba por los 38. Igual de movido se movía Kawhi Leonard (19 puntos y 16 rebotes), un pequeño campeón en ciernes que ya juega con la madurez del veterano y que confirma, como si fuera necesario, la bondad de un sistema, el de los Spurs, que elige a los jugadores más adecuados y les hace rendir por encima de sus posibilidades.

Para traicionar a San Antonio fue el héroe por casualidad de las primeras 5 carreras Danny Green, ayer desastroso desde larga distancia, y Tony Parker frenado por problemas físicos. Pero la inercia, ayer, estuvo todo del otro lado. Del lado de Miami, eso con el espalda con espalda abrió una pequeña dinastía, y por el lado de Lebron que, poniéndose su segundo anillo en el dedo, apenas ha comenzado a escribir su nombre en la historia de este juego. En este punto, el cielo es el límite.

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