Joseph Blatter renuncia a la presidencia de la FIFA a pocos días de su quinta reelección para dirigir el gobierno mundial del fútbol. También se anunció la convocatoria de una asamblea general para elegir al reemplazante.
La decisión del suizo se produjo debido al escándalo de corrupción que ha envuelto al organismo que rige el fútbol mundial. Según rumores de prensa, Blatter también está siendo investigado en Estados Unidos.
“Mi mandato no parece estar respaldado por todos – reconoció Blatter, presidente de la FIFA desde 1998 -. El próximo congreso ordinario de la FIFA se llevaría a cabo el 13 de mayo de 2016 en la Ciudad de México. Esto crearía demoras innecesarias e instaré al comité ejecutivo a organizar un congreso extraordinario para la elección de mi sucesor lo antes posible”.
Todo esto, agregó Blatter, "deberá hacerse de acuerdo con los estatutos de la FIFA y debemos permitir suficiente tiempo para que los mejores candidatos se presenten y hagan campaña".
Según las previsiones, el congreso extraordinario debería tener lugar entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Sepp Blatter había derrotado al príncipe jordano Ali bin al-Hussein y ganado un quinto mandato como presidente de la FIFA: el candidato derrotado ya ha anunciado que sigue disponible para las selecciones nacionales de las asociaciones para las nuevas elecciones a la FIFA.
La FIFA se vio sacudida la semana pasada por una serie de arrestos por cargos de extorsión, fraude y lavado de dinero como parte de una investigación estadounidense que también condujo a la acusación de catorce personas.
Según las últimas denuncias de corrupción que surgieron, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, es presuntamente responsable de pagar diez millones de dólares en sobornos como parte de la candidatura de Sudáfrica para organizar la Copa del Mundo de 2010.
Una investigación criminal separada por parte de las autoridades suizas busca aclarar cómo se otorgan las Copas del Mundo de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar). Blatter, al confirmar su candidatura, había expresado la creencia de que era "la mejor opción para el fútbol"; ahora, al anunciar su renuncia, ha explicado que es en el mejor interés de la FIFA.
“Dado que no seré un candidato y, por lo tanto, libre de las restricciones que inevitablemente imponen las elecciones, podré concentrarme en reformas fundamentales y de gran alcance que trascienden nuestros esfuerzos anteriores”, agregó, “durante años, hemos trabajado duro implementar reformas administrativas, pero tengo claro que estas deben continuar, que no son suficientes. El comité ejecutivo incluye representantes de confederaciones sobre las que no tenemos control, pero de cuyas acciones es responsable la FIFA. Necesitamos cambios estructurales profundos”.
