“Estamos convencidos de que Fiat seguirá fabricando automóviles. Tenemos que ver si Italia quiere hacer coches”. Fuertes palabras fueron pronunciadas hoy por el joven presidente de Fiat, John Elkann, en el encuentro Comunión y Liberación que se desarrolla en Rímini. Según Elkann, el negocio de la familia tiene la ventaja de ser más "prudente" y más conservador. En las fortísimas turbulencias financieras que hemos vivido en la última década, la prudencia ha sido recompensada por los mercados”.
Puede haber “límites en esta estructura de propiedad cuando entra en juego el nepotismo o cuando el foco no está en el mérito sino que, si se establece un circuito virtuoso, se obtienen grandes resultados. Las tormentas pasan, es una lección que he aprendido y lo importante es que cuando hay tormenta hay que saber pasarla”. Eso “lo vivido con Sergio Marchionne fue una situación absolutamente incierta. Nadie lo creía, se pensaba que Fiat no lo haría”.
