Tras la parada en Venecia, realizada con el apoyo de Crédit Agricole FriulAdria, la exposición se alojará en el Museo Guggenheim de Bilbao y en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.Inglés de nacimiento pero californiano de adopción, David Hockney es uno de los Grandes artistas figurativos contemporáneos. Nacido en la ciudad industrial de Bradford en 1937, tras formarse en la Bradford School of Art se trasladó a Londres para asistir al Royal College of Art (1959-1962). A partir de su participación en 1961 en la exposición London Young Contemporaries en la Whitechapel Art Gallery junto a otros alumnos del Royal College como Allan Jones y RB Kitaj, ganó cierta fama entre la crítica especializada y conoció su primer éxito de público.
Su primer viaje a Estados Unidos se remonta a 1961, a Nueva York y luego en 1964 a Los Ángeles, metrópolis de la que se convertirá en intérprete y pintor, traduciendo la atmósfera de la vida americana en famosísimas obras con fondos saturados de la deslumbrante luz californiana. El elemento figurativo juega un papel fundamental en su producción, declinado en los géneros del retrato y el paisaje, asociado a una constante interacción entre las técnicas artísticas tradicionales y los nuevos medios. Desde dibujos al pastel hasta óleos, desde collages fotográficos con diferentes puntos de vista hasta impresoras láser, hasta dibujos en iPad, Hockney retrata incesantemente la vida que le rodea, destilando la esencia de las personas, captando el movimiento del agua y desplegando la espectacularidad de los paisajes.
Pintados entre 2013 y 2016, y considerados por el artista como una sola obra, los ochenta y dos retratos expuestos en Ca' Pesaro ofrecen una visión de la vida de Hockney en Los Ángeles, sus relaciones con el mundo del arte internacional, con galeristas , críticos, curadores, artistas, rostros famosos como John Baldessari, Larry Gagosian y Stephanie Barron, pero también familiares y personas que se han convertido en parte de su vida diaria. Hockney ejecuta cada retrato en las mismas condiciones: el tiempo de realización es de tres días, o como dice el artista «veinte horas de exposición», durante las cuales cada sujeto se sienta en una silla, colocada sobre una tarima, con el mismo fondo neutro. Los ochenta y dos lienzos, todos del mismo formato, reúnen una taxonomía de tipos y personajes, un ensayo visual sobre la forma y condición humana que trasciende clasificaciones de género, identidad y nacionalidad. Dentro del formato aparentemente limitado de la figura sentada sobre un fondo bicolor, se fragmenta y expresa una gama infinita de temperamentos humanos, testimoniando una vez más la grandeza de este maestro de nuestra contemporaneidad.
Imagen: David-Hockney-Edith-Devaney-©-David-Hockney
