Después de muchos rumores, llega el anuncio oficial: FCA y PSA (Peugeot y Citroen) llegaron a un acuerdo para la fusión. La comunicación llegó el miércoles por la mañana, antes de la apertura de los mercados. La transacción creará el segundo grupo automotriz europeo más grande y el cuarto a nivel mundial después de Volkswagen, Renault-Nissan y Toyota. El nombre aún no se ha decidido, sin embargo, se espera el cierre dentro de 12 a 15 meses.
SEDE EN LOS PAÍSES BAJOS, 3 GRANDES CITAS Y NÚMEROS
El nuevo grupo tendrá su sede en los Países Bajos y cotizará en las bolsas de valores de Milán, París y Nueva York. La capacidad de producción alcanzará casi los nueve millones de vehículos al año. En cuanto al balance, se esperan unos ingresos de casi 170 millones de euros, un beneficio operativo recurrente superior a los 11 millones de euros y un margen operativo del 6,6%.
AHORRO DE 3,7 MIL MILLONES POR SINERGIAS
Cuando esté en pleno funcionamiento, el ahorro esperado asciende a 3,7 millones de euros, de los cuales un 40% producido por sinergias a nivel de tecnologías, productos y plataformas y otro 40% generado por ahorros en términos de compras. El 20% restante vendrá de marketing, administración, gastos generales.
NO CIERRE DE INSTALACIONES
Generar estas sinergias supondrá un coste único de 2,8 millones de euros, pero no se cerrarán plantas. Al contrario: FCA y PSA garantizan la continuación de los planes industriales ya en marcha.
LA ESTRUCTURA DEL DBO
La Junta estará compuesta por 11 miembros: cinco serán FCA-Exor, con John Elkann que también será presidente del nuevo grupo, y cinco serán franceses, incluido el vicepresidente y el "director senior no ejecutivo". Carlos Tavares será el director ejecutivo (así como miembro del directorio) por un período inicial de cinco años. Además, la Junta incluirá dos miembros en representación de los trabajadores de FCA y PSA.
ACCIONADO
En cuanto al accionariado, los chinos de Dongfeng pasarán del actual 12,2% en Psa al 4,5% del nuevo grupo, con la autorización para que la familia Peugeot se haga cargo de parte del mismo. PSA comprará entonces 30,7 millones de las acciones en poder de Dongfeng, antes del cierre de la operación, para cancelarlas. De esta forma, las participaciones de la familia francesa y el Estado en conjunto rondarían el 14%, en línea con la de Exor.
DERECHO AL VOTO
La nota dice que los estatutos no permitirán que ningún accionista tenga “derechos de voto superiores al 30% de los votos emitidos en la reunión. También se prevé que no habrá transferencia de los derechos de doble voto existentes, sino que se acumularán nuevos derechos especiales de doble voto después de un período de tenencia de acciones de tres años después de la finalización de la fusión.
LA REMUNERACIÓN DE LOS ACCIONISTAS
Antes del cierre, FCA repartirá un dividendo especial de 5,5 millones de euros a sus accionistas, mientras que PSA venderá a los accionistas su participación del 46% en la empresa de componentes Faurecia. Además, FCA y PSA distribuirán cada uno un dividendo ordinario de 1,1 millones de euros en 2020 en relación con el ejercicio fiscal 2019. Al cierre, los accionistas de PSA recibirán 1,742 acciones de la empresa fusionada por cada acción de PSA que posean, mientras que para los accionistas de PSA de FCA el intercambio será uno por uno.
PRIMER OBJETIVO: MOVILIDAD SOSTENIBLE
“Las sinergias permitirán que el nuevo grupo invierta fuertemente en las tecnologías y servicios que definirán la movilidad en el futuro, se lee en la nota conjunta, contribuyendo al cumplimiento de los estrictos requisitos regulatorios globales sobre las emisiones de CO2”.
FCA y PSA hablan de "movilidad sostenible" como primer objetivo y añaden que "el nuevo grupo tendrá una presencia geográfica mucho más equilibrada -explican las compañías- con el 46% de los ingresos generados en Europa y el 43% en Norteamérica".
LAS PALABRAS DE TAVARES, MANLEY Y ELKANN
Segundo Carlos Tavares, la transacción “representa una gran oportunidad para lograr una posición aún más fuerte en el sector a través de nuestro compromiso de liderar la transformación hacia un mundo con movilidad verde, segura y sostenible y de ofrecer a nuestros clientes excelentes productos, tecnologías y servicios”.
Mike Manley, presidente ejecutivo de FCA, habló de la unión de “marcas increíbles y gente apasionada y competente”, recordando que ambas empresas “han afrontado momentos de extrema dificultad”, pero “han salido de ellos aún más ágiles, inteligentes y formidables”. Nuestra gente tiene un rasgo en común, el de ver los desafíos como oportunidades a ser aprovechadas porque representan el camino para hacernos aún mejores en lo que hacemos”.
“Estamos garantizando el futuro de nuestra empresa, de nuestras marcas y de nuestra gente para las próximas décadas”, añadió el directivo en una carta enviada por los empleados del grupo. “Debemos celebrar este importante resultado, pero no debemos quitar la vista de la meta: tenemos metas desafiantes y altas expectativas que alcanzar como FCA durante 2020. Tratamos de hacerlas realidad”.
“Hemos hecho grandes cosas – agregó el presidente John Elkann, nuevamente en la carta enviada a los empleados-, cada uno independientemente, pero juntos haremos algo verdaderamente extraordinario. FCA y PSA son empresas sólidas, ambas expresiones tangibles de un nivel excepcional de dedicación personal y trabajo en equipo incansable en todas sus actividades respectivas.
BENTIVOGLI: DOS REPRESENTANTES DE LOS TRABAJADORES EN EL DIRECTORIO
Los sindicatos también están de fiesta. Marco Bentivogli, dirigente de la Fim Cisl, explica que “en la próxima junta directiva habrá dos representantes de los trabajadores, uno por Psa y otro por FCA”. El sindicalista espera "que el gobierno italiano se ocupe de esta fusión: una de las mayores operaciones de política industrial de los últimos 20 años".