Ni siquiera el momento de jurar que el gobierno de Draghi debe ocuparse de inmediato de uno de los problemas más graves de la industria italiana: el destino de losex Ilva de Tarento. sábado 13 de febrero, la TAR de Lecce ordenó el cierre de la zona caliente en un plazo de 60 días de la planta siderúrgica. La compañía ya ha dicho que planea apelar el fallo.
Según Giuseppe Romano, del sindicato Fiom-Cgil, la disposición impuesta por el juez administrativo "significa cerrar Ilva", poniendo en riesgo el futuro de Ilva. 13mila la gente entre los empleados en activo, los despedidos y los trabajadores asociados.
Por otra parte, la sentencia Tar contiene varias alarmantes datos de salud: por ejemplo, en la zona de Taranto, entre los habitantes con edades comprendidas entre los 20 y los 29 años, hay un "exceso del 70% de incidencia de cáncer de tiroides", mientras que "los nacidos de madres residentes en el período 2002 -2015 fueron 25.853; en el mismo período se observaron 600 casos de malformación congénita, con una prevalencia superior a la esperada calculada a nivel regional”.
Ad oggi, el ex Ilva está bajo incautación, Con un facultad de uso dictado por el calendario de intervenciones ambientales que había sido programado. El problema es ese ese programa – como señala el Tribunal Administrativo – en realidad se saltó. Y pronto los fiscales hablarán con la custodio, Barbara Valenzano, para entender cuáles deben ser los siguientes pasos. En teoría, los fiscales también podrían revocar el derecho de uso del sistema, acortando aún más los tiempos de cierre de la zona caliente en comparación con lo que indica el Tar.
¿Y el gobierno? El ejecutivo amarillo y rojo había establecido la entrada de Invitalia en la capital de la antigua Ilva junto a Arcelor Mittal. Pero el decreto del Ministerio de Economía que me asignó 400 millones necesario para la operación nunca se emitió: el exministro Gualtieri había recibido el visto bueno del Departamento de Contabilidad, pero para firmar esperaba la opinión de la Avvocatura, que debería haber establecido si la cuestión podía caer dentro del perímetro de actualidad.
En este punto, queda por entender cómo querrán moverse los nuevos ministros de Economía y Desarrollo Económico, Daniele Franco y Giancarlo Giorgetti. Este último se puso en contacto con el alcalde de Taranto, Rinaldo Melucci, quien explica: “El camino es muy estrecho: no hay alternativas a cerrar la zona en caliente. En esto Tar fue muy claro. O cambiamos de rumbo inmediatamente o Ilva no puede seguir trabajando”. Y el único cambio posible parece ser el de transición de la zona caliente a un horno eléctrico. Ahora, sin embargo, no hay más tiempo.