Y después de Berlín, ¡danos Varsovia! Napoli y Fiorentina se presentan en el partido de vuelta de las semifinales con un solo gran objetivo: ganar la final de la Europa League. Los Azzurri y Viola tienen perspectivas diferentes, de eso no hay duda: al primero le bastaría con empatar con el Dnipro marcando al menos dos goles, mientras que al segundo deberá realizar una auténtica proeza para remontar el empate 0-3 ante los Sevilla.
“Saldremos al campo a marcar y ganar – palabras de Benítez. – Conocemos sus características, son fuertes en defensa, en los contraataques y en las jugadas a balón parado. Pero marcamos mucho, ya estamos en 98 y queremos llegar a 100…”. En definitiva, mucha confianza, a pesar de que el momento del Napoli es todo menos sereno. Primero el empate en la ida, arruinado por un sensacional fuera de juego que desató la furia de De Laurentiis, luego el caos en Parma, que acabó con la descalificación de Benítez (el técnico supuestamente gritó "calcio italiano di m...") y un buen Higuaín.
“Me sorprende que alguien haya escuchado mi sentencia pero no los constantes cánticos del Vesubio – respondió amargamente el español. – En cuanto al árbitro, estoy seguro, tiene experiencia (el serbio Mazic, ed), estoy seguro de que errores como este no volverán a ocurrir”. Sin comentarios por el contrario de Higuaín, centrado únicamente en el Dnipro y su portero Boyko, que salió victorioso del enfrentamiento de la ida. “Tendrá que ser la noche de todo el Napoli, no solo la mía – explicó el Pipita. – Últimamente hemos tenido muy mala suerte pero queremos darle a la ciudad una final histórica".
El equipo de la ida debería salir al campo en el Olimpiyskiy, con la excepción de Jorginho, que es un ligero favorito sobre Inler. En defensa, ante la portería de Andújar, estarán Maggio, Britos, Albiol y Ghoulam, en el centro del campo, además del ítalo-brasileño David López, que marcó el gol de la ida. Sobre la confirmación del trocar para el trío Callejon-Hamsik-Insigne, con Gabbiadini y Mertens dispuestos a tomar el relevo desde el banquillo, todos en apoyo al intocable Higuaín. No hay dudas en cambio para Markevych, que alineará al Dnipro con el habitual 4-2-3-1, potenciado por la estrella Konoplyanka.
Noche para corazones fuertes también en Florencia. Pese a la paliza de la ida, la ciudad cree en la remontada y está dispuesta a llenar las gradas de Franchi (ayer se habían vendido unas 35 entradas). “Tenemos un 10%, tal vez un 15% de posibilidades de pasar – admitió Montella. – Pocas ocasiones, es cierto, pero queremos aprovecharlas al máximo. Incluso podríamos ganar 5-0, ¿por qué no? Nos acercamos a un evento importante, lleno de deseos de venganza. Habrá que forzar el partido, un gol puede cambiar la inercia”.
El plan morado está todo aquí, por otro lado, con un 0-3 para reemplazar, realmente no es el momento de perderse en tácticas. Montella sigue indeciso entre el 4-3-3 (Salah-Gómez-Joaquín en ataque) y el 3-5-2 (mismos intérpretes pero con distintas posiciones), además le tienta la ficha de Ilicic, que apareció en gran forma el pasado domingo en el de Empoli. Menos dudas para Emery, en cambio su Sevilla tiene una clara ventaja. Los españoles saldrán al campo con el habitual 4-2-3-1 con Vidal, Banega y Vittolo apoyando a Bacca.