Camino a Varsovia, penúltima parada. Nápoles y Fiorentina, tras un largo túnel iniciado en septiembre, ven la luz de la final. Pero para llegar a la cita del 27 de mayo, quizás con un bonito derbi íntegramente italiano, habrá que superar los últimos obstáculos. Dnipro y Sevilla no tienen intención de echarse atrás, por otro lado hay mucho en juego: un trofeo de prestigio, la participación en la Supercopa de Europa, un puesto en la Champions. En definitiva, la mayor parte de las temporadas de Napoli y Fiorentina transcurren desde semifinales, mano a mano con esta bendita Europa League.
“Es un momento histórico para nosotros – admitió Rafa Benítez en la rueda de prensa. – Llegar a la final sería muy importante para todos nosotros, tendremos que estar totalmente concentrados”. Es difícil culpar al técnico español: los Azzurri no ganan un trofeo internacional desde 1989, año del triunfo de la Copa de la UEFA ante el Stuttgart.
Era el napoles de Maradona, Careca y Alemao, por mencionar algunos, los más hermosos y exitosos jamás vistos. Hoy el pueblo azul confía sobre todo en Benítez, un auténtico especialista en trofeos internacionales. El español ha ganado 5, al menos una con cada gran entrenador: Copa de la UEFA con el Valencia en 2003/04, Champions League y Supercopa de Europa con el Liverpool (2004/05), Mundial de Clubes con el Inter (2010), Europa League con el Chelsea (2012/13).
Ni que decir tiene que en el atractivo sólo falta el Napoli, que el buen Rafa, por otra parte, podría dejar al final de la temporada. "De Laurentiis ya sabe lo que quiero, ahora es el turno de mi agente", pasó por alto en la rueda de prensa, dejando entrever que solo quería pensar en el Dnipro. Adversario demasiado subestimado por los expertos, a pesar de haber demostrado ser cínico y peligroso. "Conceden pocos goles y solo han perdido dos partidos en 2015", advirtió Benítez. – Será un partido muy difícil pero contaremos con la ayuda de San Paolo”.
Transferencia complicada, sin embargo, para fiorentina, obligado a empezar a bailar en el jaleo del Pizjuán. La Viola se enfrentará al campeón defensor Sevilla, un oponente blasonado y decididamente incómodo. En España consideran el partido como un trámite, como si los andaluces ya estuvieran en Varsovia. “Pero Emery tiene demasiada experiencia para pensar eso – Sonrió Montella. – Nos espera un partido muy difícil contra un equipo de rango, esperamos que se convierta en una velada inolvidable. Nos espera un ambiente increíble pero tenemos jugadores con mucha personalidad, el clima no puede más que exaltarlos”.
Uno de ellos es definitivamente Mario Gómez, no en vano traído a la sala de prensa por el entrenador. “Queremos llegar a la final, por nosotros y por Florencia”, rugía el alemán, uno de los más esperados en el escenario del Pizjuán. Hay un aire de historia, tanto en Nápoles como en Florencia. La Europa League te está esperando, ahora te toca a ti.