La Roma se rinde a penalties. Y el Sevilla, una vez más, para celebrar la conquista delEuropa League, al final de un partido reñido decidido sólo por el punto de penalti. Los Giallorossi terminan llorando, en parte porque la oportunidad de hacer historia era tan tentadora que parecía casi irrepetible, en parte por una temporada que, a estas alturas, adquiere contornos decididamente menos gloriosos. el equipo de Mourinhode hecho, pasó de soñar con ganar una copa, clasificarse para la Supercopa de Europa y, sobre todo, entrar en la Champions League desde la máxima categoría a perder el trofeo, encontrándose así aferrada al partido del próximo domingo ante el Spezia para al menos ir a la Europa League. Un mal golpe, hay que decirlo, para toda la Roma: desde el club hasta la afición, pasando por algunos jugadores (Dybala parecía realmente destrozado) y, por supuesto, José Mourinho, en la primera derrota final de su carrera.
Sevilla - Roma 2-1 en los penaltis (1-1 en el tiempo reglamentario) - Los españoles ganan la Europa League en los penaltis
Partido muy reñido en el Puskas Arena, entre dos equipos que lucharon por cada balón, sin excepción. Mourinho sorprendió a todos al desplegar a Dybala desde el inicio, desafiando las declaraciones de la víspera ("puede jugar 20-30 minutos", dijo en la rueda de prensa) y la larga parada del argentino, que no había jugado como titular desde el 13 de abril en Rotterdam. Opción valiente pero eficaz, recompensada a lo grande con una prueba de calidad y sacrificio, que alcanzó su punto álgido en el minuto 35: la verticalización de Mancini para la Joya y ganando con la zurda en el júbilo de los amarillos y rojos, tanto en Budapest como en el Olímpico. La Roma, sin embargo, como les ha pasado muchas veces esta temporada, acabó agachándose demasiado, casi como si quisiera limitarse a gestionar una ventaja tan importante, pero obtenida con más de medio partido por disputar. Y así el Sevilla, tras asustar a Rui Patricio con un gran disparo de Rakitic que acabó en el poste, encontró el dibujar a 55' arriba Gol en propia puerta de Mancini, desafortunado al desviar el balón en propia portería en un intento de adelantarse a En-Nesyri. A partir de ahí comenzó otro partido, con los dos equipos aplastados por la presión psicológica del reloj, aunque de distinta forma.
Los españoles intentaron atacar con mayor convicción, pero las mejores ocasiones llegaron de los giallorossi, primero con Ibáñez y luego con Belotti, por no hablar de un penalti negado por el brazo de Fernando, considerado congruente por el colegiado inglés Taylor, evidentemente acostumbrado a otro reglamento. (La gestión de las tarjetas también es cuestionable, con Rakitic y Lamela perdonados por la segunda tarjeta amarilla). Entre un cambio y otro el partido se deslizó a adicional donde practicamente no pasaba nada concreto, red de dos tiempos dominados por la tensión y el deseo (o el miedo, según se mire) de ir a penalties, al menos hasta 131' (!) cuando pequeño, tras el desarrollo de un córner, pegó en el larguero que dio a la Roma una sensacional victoria. En cambio no sucedió y el partido se coló en el único apéndice posible, el del punto de penalti, donde el Sevilla se mostró más lúcido y frío, convirtiendo todos los tiros con Ocampos, Lamela, Rakitic y Montiel, mientras que los giallorossi sólo marcaron con Cristant, en frente de errores di Mancini e Ibáñez. Acabó con los andaluces triunfando por séptima vez de siete (la Europa League, obviamente, es lo suyo) y el equipo de Mourinho llorando, consciente de haber desperdiciado una gran oportunidad tanto de hacer historia como de entrar en la Champions League.
Mourinho: "Orgulloso de mis chicos. ¿Mi futuro? No puedo decir que me quede, el lunes me voy de vacaciones y ya veremos..."
“El grupo dio todo, o salimos con la copa o salimos muertos –el amargo comentario de Mourinho -. Morimos física y mentalmente, el resultado es injusto, con tantos episodios de los que hablar. Estábamos cansados, podemos perder un partido de fútbol, he ganado 5 finales europeas y he perdido esta pero nunca he vuelto a casa tan orgulloso. El árbitro parecía español, nos sacaron muchas tarjetas amarillas, pero Lamela tenía que sacar la segunda y no la sacó, luego marcó uno de los penaltis. Mi futuro? El lunes me voy de vacaciones, si tenemos tiempo para hablar lo decidimos primero, sino lo hacemos después. Tengo que luchar por estos muchachos, no puedo decir objetivamente que me quedo, soy un hombre serio. Le dije a la propiedad que en cuanto algún club se pusiera en contacto conmigo serían los primeros en saberlo. En diciembre hablé con el club porque tenía la situación ligada al banquillo de Portugal, desde entonces no he vuelto a hablar del tema, porque no ha habido contacto. Tengo un año más de contrato con la Roma, Esta es la situación…”. Palabras que dejan lugar a múltiples interpretaciones, aunque la más extendida es que el Especial ya había decidido irse, independientemente del final. Claro, despedirse con un trofeo y clasificarse para la Champions habría sido decididamente más agradable, así que en cambio se queda un sabor amargo en la boca y la sensación de haber tocado la historia, pero sin poder conquistarla.