La carta enviada ayer por la tarde por el gobierno griego a Bruselas con una lista de propuestas de reforma constituye "un punto de partida válido", pero los compromisos esbozados por las autoridades griegas "difieren de los contenidos en el programa de ayuda en una serie de áreas". Esto es lo que escribe el presidente del BCE, Mario Draghi, en una comunicación enviada a Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo.
“Nuestra primera impresión – escribe Draghi – es que el documento cubre una amplia área de reformas y, en este sentido, es lo suficientemente completo como para constituir un punto de partida válido para una conclusión positiva del examen”. Sin embargo, “como era de esperar, las autoridades griegas no pudieron entrar en detalles sobre propuestas y compromisos concretos que las instituciones puedan evaluar en términos de crecimiento, finanzas públicas y estabilidad financiera. Dado el tiempo limitado disponible, es comprensible”, escribe Draghi.
“Parto del supuesto –añade el número uno del BCE– de que está claro que la base para concluir el examen actual, y también para cualquier acuerdo futuro, serán los compromisos ya existentes en el marco del Memorando de Entendimiento actual. y el Memorándum sobre políticas económicas y financieras”. En este contexto, “subrayamos que los compromisos esbozados por las Autoridades difieren de los existentes en el programa en varios sectores”. Para estos casos, el BCE “tendrá que evaluar durante el examen si en lugar de las medidas no aceptadas por las Autoridades existen otras medidas de igual o mejor calidad en cuanto a la consecución de los objetivos del programa”. Finalmente, Draghi “pide con urgencia a las autoridades griegas que actúen con rapidez para estabilizar la cultura del cumplimiento de las obligaciones de pago y se abstengan de cualquier acción unilateral en sentido contrario”.
