Vientos tormentosos en Europa. No solo, metafóricamente, en términos económicos, sino también —mucho más prosaicamente— en términos meteorológicos. Las nubes, lejos de refrescarse, parecen haberse concentrado alrededor de París arruinando la fiesta en Euro Disney. Los ingresos del conocido parque de atracciones cayeron un 1,7% entre abril y junio, que deberían ser los mejores meses para este tipo de destinos turísticos. Una perturbación que viene del Mediterráneo, dado que los turistas que han decidido prescindir de Mickey y Minnie son mayoritariamente italianos y españoles.
“Hemos sufrido por el difícil entorno económico, particularmente en el sur de Europa, y en menor medida por las malas condiciones climáticas que han afectado a Francia”, dijo el grupo Disneyland París en un comunicado. Philippe Gas, presidente de Euro Disney citado por Les Echos, prefiere no extenderse: “para los próximos meses somos cautelosos, dada la incertidumbre económica del Viejo Continente”.
Uno de los signos más preocupantes es el número de visitantes, que cae un 7%. La facturación de los hoteles y Disney Village cae medio punto porcentual. Para amortiguar el ruido sordo de las entradas, el crecimiento marcado por las actividades relacionadas con eventos especiales.
Hace solo unos meses, en mayo, Euro Disney anunció su intención de invertir más en atención al cliente para revivir la fuerza y el atractivo de su marca histórica, a pesar de la crisis económica. En 2012 el grupo había registrado un nuevo récord de asistencia, con 16 millones de visitantes, también gracias a las celebraciones de su 20 aniversario. Celebraciones que, ante la duda, se han prorrogado hasta el 30 de septiembre de este año. Con la esperanza de seguir siendo el Scrooge de los parques temáticos.
