En la tarde del 16 de febrero Etna dio un espectáculo. Inconvenientes, pero afortunadamente ningún peligro, para los ciudadanos de Catania y su provincia.
Videos e imágenes de la espectacular erupción han dado la vuelta al mundo. La actividad paroxística afectó al cráter del sureste con fuentes de lava y una columna de humo que cubría el cielo de Catania. El flujo luego se vertió en el Valle del Bove, lejos de los centros habitados. Una lluvia de lapilli y ceniza de lava afectó a toda la provincia.
El evento dio lugar a la cierre del aeropuerto internacional de Catania, reabierto recién esta mañana.
“A las 17:03 se presentó un derrumbe más voluminoso en el flanco este del cono, que generó un flujo piroclástico que recorrió cerca de 1.5 km en la escarpada pared occidental del Valle del Bove. Unos minutos más tarde, la actividad explosiva en el cráter sureste aumentó rápidamente produciendo fuentes de lava de varios cientos de metros de altura. Simultáneamente, una colada de lava se vertió en la zona afectada por el flujo piroclástico alcanzando el fondo del Valle del Bove en unos 15 minutos”, explica el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, subrayando que “los episodios paroxísticos son un fenómeno propio de las recientes erupción actividad del Etna. Desde 1977 hasta hoy se han producido cientos de episodios similares al actual, incluyendo la secuencia excepcional de 66 paroxismos entre enero y agosto de 2000, y una cincuentena de paroxismos entre 2011 y 2013”.
