El inicio de 2023 trae consigo una actualización de las pautas alimentarias a nivel europeo. Desde finales de enero, de hecho, entrarán en el mercado algunos derivados alimentarios a base de insectos y también se discute la actualización de las etiquetas de las botellas de alcohol. La economía italiana está especialmente interesada en este segundo punto, ya que Italia es el mayor exponente del vino en el mundo con una facturación de miles de millones de euros al año, y se piensa que la nueva incorporación a la etiqueta podría desestabilizar este mercado. ¿Qué sabemos actualmente sobre el componente de alcohol? Sabemos que el consumo excesivo de alcohol, incluido el vino, es un factor de riesgo certificado por varios patólogosy que afectan específicamente a patologías hepáticas o cerebrales pero también a nivel sistémico donde la correlación con una el aumento del consumo es directamente proporcional al aumento de casos de cáncer (esófago, hígado, mama y colorrectal)). La crítica deriva del hecho de que Irlanda se ha hecho virtuosa por haber propuesto insertar en la etiqueta de bebidas espirituosas y licores la indicación de atención a los riesgos que trae consigo el consumo de alcohol, especificando eliminar el consumo especialmente durante el embarazo. Para dar un ejemplo práctico, se aplicarían las mismas pautas que vemos en los paquetes de cigarrillos, pero sin las imágenes.
El peligro está a la vuelta de la esquina para los que se exceden en el consumo, necesitamos conciencia
Desde hace ya varios años en las cajetillas de cigarrillos frases o recomendaciones sobre los peligros de fumaro, pero siendo sinceros hoy fumamos menos por el coste que han alcanzado el tabaco y los cigarrillos, no porque haya más información en el paquete. Informar al consumidor nunca está mal, ni siquiera en este caso.
Agregar o no agregar información a la etiqueta es puramente un asunto político. Los que abusan del alcohol lo seguirán haciendo, los que los beben ocasionalmente no cambiarán sus hábitosel. Actualizar las etiquetas sobre los riesgos que tiene el alcohol no lo convierte en una prohibición de compra/venta del producto, sino en una compra/venta más informada. Después de todo, no son los productores ni los estados quienes deciden cómo clasificar las bebidas espirituosas. Las direcciones vienen directamente de La OMS clasifica el alcohol como carcinógeno en la misma clase que el benceno y el amianto (A1). En una mujer que consume habitualmente una o dos unidades de alcohol al día, las que actualmente permiten las mismas directrices, aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer de mama hasta en un 27%.
La OMS clasifica el alcohol como cancerígeno
¿Y quién elogió los beneficios del vino? Venimos de un tipo de cultura rural, la posguerra ha afectado mucho nuestra forma de pensar y comer, y muchas creencias son difíciles de morir. La historia que nos cuentan sobre el resveratrol, un fenol asociado al buen funcionamiento cardiovascular, no se puede relacionar con el vino, ya que la cantidad necesaria para tener un efecto beneficioso sobre el organismo se encontraría en cientos de litros para ser consumidos diariamente, y esta sería definitivamente una práctica que cualquier médico haría desaconsejar. El resveratrol también se puede encontrar en arándanos, frambuesas, moras, cacahuetes y sobre todo en la piel de las uvas, y de ahí la asociación con el vino, olvidando que, sin embargo, el vino no se elabora con el mosto (cascaras) sino con el jugo. Entonces, ¿qué dosis de alcohol podríamos tomar sin consecuencias? La respuesta a esta pregunta se conoce desde hace algún tiempo, y obviamente la respuesta es cero.
El uso de vino aumenta los factores de riesgo, el comprador debe hacerse responsable
Cualquier dosis consumida en la vida de una persona hace que aumenten los factores de riesgo. Lo sabemos y lo aceptamos cuando nos regalamos una copa de cerveza o de vino para fiestas, en compañía, para un aniversario o simplemente por placer. Agregar esta información a la etiqueta solo puede responsabilizar al comprador, quien continuará aceptando ese riesgo en el momento de la compra. Nada mas. ¿Italia realmente está arriesgando algo en términos de facturación debido a una caída en las exportaciones? Solo el mercado puede responder a esta respuesta, pero teniendo en cuenta que la tendencia de compras de productos italianos en Italia y en el extranjero está aumentando, no creo que debamos preocuparnos. También me gustaría recordarles que el daño que causa el alcohol no solo va dirigido a quienes lo consumen, sino también existen daños indirectos o secundarios por accidentes de tráfico, que tienen una correlación directa con el abuso del alcohol, especialmente entre los jóvenes.
