De la guerra comercial a Guerra espacial. No, no estamos hablando del capítulo X de la saga "Star Wars", sino de un nuevo frente de tensión que se ha abierto entre Estados Unidos y China. Hace unas horas Pekín culpó a Washington de lo ocurrido hace unos meses en el espacio, hablando incluso de conducta irresponsable y peligrosa tras dos "encuentros cercanos" entre la estación espacial china y los satélites de la empresa Starlink liderados por el número uno de Tesla y SpaceX, Elon Musk.
En detalle, según leemos en una nota entregada en diciembre por el gobierno de Pekín a la agencia espacial de la ONU, en julio y octubre la nueva estación espacial china -la Tiangong- en construcción desde abril se vio obligada a realizar dos maniobras de emergencia. para evitar colisión con satélites del futuro servicio de Internet Starlink. Starlink es, de hecho, una división de Space X, que se ocupa de la gestión de casi 2.000 satélites que pretenden ofrecer acceso a Internet a nivel mundial.
Los accidentes, subraya la nota china, "ponen en peligro la vida o la salud de los astronautas a bordo de la Estación Espacial China". Según el ministro de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, “Estados Unidos… ignora sus obligaciones en virtud de los tratados internacionales, colocando una seria amenaza para la vida y la seguridad de los astronautas“. Por lo tanto, China insta a Estados Unidos a comportarse de manera "responsable" en el espacio exterior.
Según China, aunque SpaceX es una empresa privada, los miembros del 'Tratado del Espacio Exterior', la base del derecho espacial internacional, también son responsables de las acciones de sus entidades no gubernamentales. Por su parte, SpaceX no respondió a una solicitud de comentarios sobre el tema, generando un fuerte descontento entre los internautas chinos que, a través de la red social Weiboo, lanzan fuertes acusaciones contra Musk, prometiendo repercusiones también en Tesla. La empresa de coches eléctricos vende alrededor de una cuarta parte de su producción en China y tiene una fábrica en Shanghái.