La ola coreana, es decir, la difusión de la cultura coreana en el extranjero, particularmente en los países asiáticos, también pasa por las ollas para cocinar arroz. De hecho, las vaporeras eléctricas fabricadas en Corea parecen venderse como pan caliente y comprarlas serían principalmente turistas chinos, para quienes poseer una de estas sartenes se ha convertido en un símbolo de estatus.
Por supuesto, no es que a China le falten cocinas de vapor, pero el hecho es que se cree que las coreanas son mejores, tanto en términos de diseño como de rendimiento. Los vaporizadores se convierten así en uno de los tres productos estrella –junto con la cosmética y el ginseng rojo– entre los que los chinos se llevan a casa de un viaje a Corea.
Surge la duda de que, al igual que ocurre con los cosméticos, no son tanto las cualidades intrínsecas del producto las que alimentan la fiebre de los chinos visitantes, sino el hecho de que estos vapores aparezcan en series de televisión coreanas. Las 'telenovelas' surcoreanas, muy populares en China, Japón y todo el Sudeste Asiático, están demostrando ser una herramienta formidable para la penetración de la cultura coreana en Asia, dando vida a fenómenos de moda en los más variados campos, desde el mobiliario hasta peinados, desde la gastronomía hasta la moda.
Sea como fuere, los fabricantes de vaporeras han aprovechado la oportunidad y han lanzado al mercado una edición particular del producto, acompañada de recetarios escritos en chino mandarín y adaptados a los gustos culinarios chinos. Además, se encuentra en etapa de planificación la apertura de centros de servicio posventa y atención al cliente en China, para atender las necesidades de quienes compran electrodomésticos coreanos.