Según el PDL, Guglielmo Epifani ha cometido un pecado grave. El secretario del Partido Demócrata recordó que Silvio Berlusconi es culpable, argumentando incluso que no es correcto garantizarle un salvoconducto para evitar el castigo.
Tras el pronunciamiento de la Casación, que el pasado jueves confirmó la condena de cuatro años del Caballero por defraudación fiscal, “no veo otra posibilidad que tomar nota de la sentencia y de los efectos que produce. No hay caminos y también está mal buscarlos”, dijo Epifani en una entrevista con el “Corriere della Sera”.
“Las sentencias deben ser respetadas y cumplidas – agregó el ex sindicalista -. Todos los ciudadanos son iguales ante la ley, por dura que ésta sea. En cualquier sistema democrático nunca se puede discutir el principio de legalidad. En un estado democrático está antes de cualquier evaluación política, es el fundamento. Si cancelamos la legitimidad y la legalidad ya no hay ningún pilar, para ello necesitamos tener una línea respetuosa pero también muy firme. No veo otra manera".
Palabras que enfurecieron a los pidiellini. El parlamentario Maurizio Bianconi optó por recurrir a anécdotas socialistas para desahogarse sin reparos en la elegancia: “Guglielmo Epifani nos inunda de tonterías –dijo–. Entre mis compañeros de partido hay quienes están indignados o enojados. Yo no. Siempre me viene a la mente la frase de Bettino Craxi: los sindicalistas cuando son sindicalistas son un gran coñazo, cuando entran en política siguen siendo grandes cojones”.
El discurso de Luca D'Alessandro fue menos colorido y más político: “Gugliemo Epifani es un irresponsable y un provocador – dijo el secretario de la Comisión de Justicia de la Cámara -. Busque la crisis del gobierno sin registrarla”.
